Portada









Tangram



COLECCIÓN TEATRO EMERGENTE











Hugo Abraham Wirth






Tangram

Nueve versiones
de una misma historia












EDICIONES EL MILAGRO












TANGRAM: Antiguo juego chino compuesto de cinco triángulos de distintos tamaños, un cuadrado y un paralelogramo romboide. Usando todas estas piezas, el jugador puede formar distintas figuras dependiendo del acomodo de las mismas.




DINÁMICA DE REPRESENTACIÓN







Dramaturgia diseñada en su estructura para representarse de manera simultánea en tres reproducciones idénticas del espacio propuesto. La obra se compone de una versión de la primera escena y tres versiones de las escenas segunda y tercera. Se requieren seis actores (tres actores para interpretar a Alfonso y tres actrices para el personaje de Olivia). Se requiere un actor, pedazo de carne o muñeco para el personaje de Ruth que aparece en la escena 3A.

El lugar de representación es indistinto pero se sugiere que el espacio ficcional sea idéntico en las tres reproducciones. Las escenas deben empezar y concluir al mismo tiempo y el espectador puede elegir su versión de la obra, dependiendo de las decisiones que tome. Existen nueve combinaciones posibles y se busca que todas las versiones tengan coherencia y generen interés en el espectador a partir de la situación planteada.



ESPACIO


Departamento pequeño. Sofá de dos plazas.
Pequeño mueble cajonera. Mesa, una o dos sillas.
Sobre la mesa, un monitor. Dos accesos a recámaras.










ESCENA 1


MONITOR Seguramente en algún momento del día, durante sus actividades, ambos han pensado en el momento de volver a verse. Se han imaginado cómo sería… ¿qué se dirán?, ¿bajo qué circunstancias? Es sábado, tranquilo, lluvioso. Polvo, humedad, desorden. Todo sigue como siempre en esta casa, desde hace mucho tiempo nada cambia. Nada cambia.

Silencio. Golpes en la puerta.

OLIVIA ¿Quién?

ALFONSO Yo.

OLIVIA ¿Quién yo?

ALFONSO

OLIVIA ¿Podría acercarse a la puerta? No puedo verlo.

ALFONSO ¿No reconoces mi voz?

OLIVIA ¿Alfonso?

ALFONSO Ábreme. Está lloviendo.

OLIVIA ¿Qué quieres?

ALFONSO Hace frío.

OLIVIA Ahora no puedo atenderte. Mi mamá…

ALFONSO No quiero que me atiendas, sólo ábreme. Estoy empapado.

Olivia abre. Alfonso entra, trae una mochila y dos maletas grandes.

OLIVIA ¡Qué milagro!

ALFONSO ¿Cómo estás? ¿Tienes una…?

OLIVIA ¿Por qué traes esas maletas?

ALFONSO ¡Qué lluvia!

Pausa.

OLIVIA ¿Vienes de algún viaje?

ALFONSO ¿Vas a saludarme o seguirás haciendo preguntas?

OLIVIA No puedes quedarte mucho.

ALFONSO Hace tanto tiempo que no nos…

OLIVIA Mamá está dormida, así que será mejor que no hagas ruido.

ALFONSO ¿Cómo sigue?

OLIVIA Dijiste que estabas empapado.

ALFONSO Bueno, me mojé un poco. ¿No te da gusto verme?

OLIVIA ¿Qué quieres?

ALFONSO Nada. Vine a visitarlas. ¿No puedo hacerlo?

OLIVIA Baja la voz.

ALFONSO ¿Me puedes prestar algo para secarme?

OLIVIA No tengo toallas limpias. Con este clima no he podido tender la ropa.

ALFONSO El otro día compré una secadora. Estaba en oferta. Si quieres puedo sacarles una a crédito, nomás que termine de pagar la mía.

OLIVIA No te molestes. Me va a salir más caro tener una de esas máquinas. Usan mucho gas y dónde quieres que la meta. Con trabajos cabemos aquí.

ALFONSO Les va a ser muy útil. Y por el espacio, no te preocupes. Puedo hacer un huequito, sólo hay que empezar a tirar cosas y le demos una manita de gato al lugar.

OLIVIA Yo no pienso tirar nada. Alfonso, ¿a qué viniste?

ALFONSO Piénsalo. ¿Qué cosas en verdad sirven? Algunos muebles ya están muy viejos y sólo tienen cosas innecesarias…

OLIVIA ¿Y tú como sabes lo que hay dentro de los muebles? Hace mucho que no te paras por aquí.

ALFONSO Es lo mismo. Todo sigue igual desde la última vez que vine. Los cajones deben contener las mismas fotos rayadas, los trastes que jamás se usan, ropa de papá, de Nicolás…

OLIVIA ¿Por qué no te vas de una vez?

ALFONSO Baja la voz, puedes despertarla.

OLIVIA Te dije que ahora no puedo atenderte, así que será mejor que vengas otro día. No necesitamos que nos visites, mi mamá y yo estamos muy bien así.

ALFONSO ¿Qué te pasa? ¿Por qué estás tan molesta? Yo vengo en la mejor disposición de arreglar las cosas.

OLIVIA ¿Arreglar las cosas?

Por el monitor se escucha un quejido.

ALFONSO Está despierta…

OLIVIA Ssshh… No, ahorita se vuelve a dormir.

Silencio.

ALFONSO ¿Así se queja todo el tiempo?

OLIVIA Sal de aquí.

ALFONSO Creo que empezamos mal. Siéntate y cuéntame, ¿qué has hecho, cómo sigue mi mamá? (Silencio.) Olivia.

OLIVIA ¿Qué quieres? Todo está como siempre. Mi vida es una mierda, no he podido hacer nada. Ella está cada vez peor, y deja de mirarme con lástima porque lo que menos quiero es que te compadezcas de mí.

ALFONSO Oye, yo no estoy diciendo que… Estás de muy mal humor y yo no tengo la culpa de lo que te haya pasado antes de que llegara…

OLIVIA El problema es que empecé a estar de mal humor desde que llegaste. Tú y esas maletas me ponen muy mal.

ALFONSO ¿Qué tienen mis maletas? He tenido problemas y pensé…

OLIVIA No pienses. ¿Crees que puedes llegar como si nada? ¿Qué esperas, que te haga una fiesta?

ALFONSO No me hables así, en ningún momento te he agredido ni te he hecho algo. Sólo vengo a hacer las paces.

OLIVIA Vete a la mierda.

ALFONSO Siéntate, Olivia.

OLIVIA No me voy a sentar y será mejor que te largues de una vez…

ALFONSO Que te sientes.

OLIVIA Ahora sí vienes a aparecerte después de tanto tiempo, quieres hacer las paces y comprarnos una puta secadora como si eso fuera tu gran solución…

ALFONSO Sé que tienes muchos resentimientos hacia mí, pero creo que debes hablar, exteriorizarlos…

OLIVIA Y deja de sermonearme como si fuera estúpida. Lo único que quiero es que te largues.

ALFONSO “El trenecito llegó, vamos corriendo a la estación, todos subamos contentos…”

OLIVIA ¿Qué haces?

ALFONSO “…mi hermanito, mamá y papá…”

OLIVIA Cállate.

ALFONSO “… el chucu chu va a arrancar…”

OLIVIA Que te calles, pendejo.

ALFONSO Vas a despertarla. (Pausa.) De verdad no sé qué te pasa. Has cambiado mucho. Si quieres ya no te hablo. Nada más dime dónde voy a quedarme para desempacar mis cosas.

OLIVIA A ver, creo que no escuché bien.

ALFONSO ¿Quedarme? ¿Mis cosas?

OLIVIA No puedes…

ALFONSO Supongo que en el sillón, ¿verdad?

OLIVIA Alfonso… Es imposible… No puedes quedarte.

ALFONSO Está la recámara de Nicolás… Pero ya sé, nadie toca sus cosas.

Silencio.

OLIVIA ¿Qué pasó? ¿Tuviste problemas con…?

ALFONSO ¿Alicia? No, cómo crees. Para nada. Todo está muy bien. Y los niños, de maravilla. Arturo ya está bien grandote, tiene muy buena ortografía… Gracias por preguntar.

OLIVIA Así que por fin te descubrió…

ALFONSO ¿Qué? ¿Descubrir qué?

OLIVIA Yo te lo advertí antes de que te casaras pero nunca me hiciste caso.

ALFONSO Y Alicia, la chiquita, es tremenda. Desde que camina tenemos que andar detrás de ella porque se tropieza o quiere meterse a la boca cualquier cosa que encuentra.

OLIVIA Está bien. Puedes quedarte. Pero sólo hoy y en el sillón. Mañana debes buscar otro lugar porque aquí no hay espacio.

ALFONSO Está el cuarto de Nicolás…

OLIVIA Tú sabes que no podemos usarlo.

ALFONSO ¿Qué ganas con tener todo ahí? ¿Tienes la esperanza de que algún día volverá y te reclamará que su loción favorita no está en su lugar?

OLIVIA No es eso.

ALFONSO Claro que sí. Olivia… debemos dejarlo ir…

OLIVIA No digas eso.

ALFONSO ¿Sigue todo igual desde que murió?

OLIVIA Igual.

ALFONSO ¿Mi mamá sigue visitándolo?

OLIVIA Todos los días.

ALFONSO Pero ya no puede caminar.

OLIVIA Yo la llevo. Me pide que la deje sola. Se recuesta en la cama de Nico y cierro la puerta.

ALFONSO No deberías hacerlo. Eso es malo para ella.

OLIVIA Es muy necia. He intentado no llevarla pero no deja de molestarme todo el día. Se da cuenta si falta algo, hasta el más mínimo detalle. El otro día rompí una figura de porcelana que estaba al lado del espejo. Pensé que no se daría cuenta. Se pasó dos horas llorando, gritándome, reclamándome…

ALFONSO Entonces me quedaré en el sillón.

OLIVIA Es lo mejor. Te advierto que mamá se despierta gritando, quejándose, y tengo que ponerle inyecciones. Trata de dormir, yo me encargo.

ALFONSO ¿Cómo soportas todo eso?

OLIVIA ¿Y qué quieres que haga? ¿Quién va a cuidarla?

ALFONSO Siempre te dije que contratáramos una enfermera.

OLIVIA ¿Y tú le vas a pagar? ¿Sabes cuánto costaría tener a alguien las veinticuatro horas cuidándola? Porque no creas que es por turnos. Todo el puto día tengo que darle las medicinas, cambiarle el pañal, batallar con ella para que coma algo, darle masajes, escuchar sus gritos…

ALFONSO Está bien, no dije nada. Eres una santa, Olivia… Como siempre, yo soy el egoísta, el que hace las cosas mal…

OLIVIA Tampoco te pongas así.

ALFONSO Me estás reclamando. Me estás echando en cara que no he estado aquí. Y es la verdad, pero no he estado porque tengo mis propios problemas, mi familia…

OLIVIA Sí, además debes atender una doble vida…

ALFONSO No seas cabrona, Olivia.

OLIVIA Creo que no es buena idea que te quedes.

ALFONSO También lo creo. Pensé que aún tenía una familia aquí…

OLIVIA No la tienes, desde hace mucho.

ALFONSO Ya me di cuenta.

Pausa.

OLIVIA Ya no puedo, Alfonso. Primero Nico, y ahora…

ALFONSO Lo de Nico fue distinto.

OLIVIA A veces he deseado que se muera. Sé que no es bueno pensar en eso, pero ya no puedo verla a los ojos. Su mirada… Me suplica que la ayude, sufre, sabe que ya es mucho tiempo desde que está así y me pregunta cuándo va a terminar todo. Yo no sé qué responderle. Lo único que quiere es descansar.

ALFONSO ¿Cómo puedes saber eso? Ella quiere vivir, por eso está luchando.

OLIVIA El doctor me dijo que va a morir. Ya no puede recuperarse, lo único que queda es… La espera ha sido muy larga.

ALFONSO ¿Me dejas verla?

OLIVIA Ahora no. Esperemos a que despierte. Mientras puedes ir acomodando tus cosas. ¿Quieres que te prepare un café?

ALFONSO Sí, gracias.

Silencio.

OLIVIA ¿Azúcar? (Pausa.) Alfonso…

ALFONSO Me descubrió.

OLIVIA Debiste tener cuidado. ¿Una o dos?

ALFONSO Una. Se me fue de las manos. Pensé que te nía la situación controlada pero…

OLIVIA ¿Los niños saben?

ALFONSO No. Aunque estoy seguro que esa perra va a decirles, sobre todo a Arturo.

OLIVIA ¿Cómo fue?

ALFONSO Ya no quiero hablar de eso.

OLIVIA Tal vez te sientas más tranquilo. Toma, está caliente.

ALFONSO La conocí en la calle. Ella me habló. Se llama Julieta. Fuimos a comer, me contó sobre su vida… Es edecán, preciosa, femenina… Julieta… Era tan distinta, me dijo que le gustaba y que quería tener algo serio conmigo… Era distinta…

OLIVIA ¿Ya tuvieron relaciones?

ALFONSO No. Nunca. Sólo nos veíamos. Nos besábamos, pero nunca tuvimos algo íntimo. Ella quería algo bien…

OLIVIA ¿Cómo es tener algo bien?

ALFONSO Conocernos, compartir nuestro tiempo, empezar a amarnos. Pero yo le dije que no podía… Siempre fui sincero… Lo habría hecho… Salir más, ir al cine, a tomar un café, pasear por el parque… Pero la gente me observaba…

OLIVIA ¿Y cuál es el problema?

ALFONSO Odio que la gente me observe cuando estoy con ella. Deben pensar que soy…

OLIVIA O tal vez te envidian por andar con alguien así…

ALFONSO Como sea, ella sabía que amaba a mi familia… Al principio parece que lo entendió… Pero después no respondí sus llamadas, me sentí culpable, no quería verla más… Julieta no lo entendió y fue a buscar a Alicia… Fue a la casa, le contó todo y la golpeó.

OLIVIA ¿La golpeó?

ALFONSO