cover.jpg

Consejo Editorial ICE -OCTAEDRO

Dirección

Teresa Pagès Costas (Jefe Sección Universidad, ICE-UB, Facultad de Biología, Universidad de Barcelona)

Editor

Juan León (director de la Editorial Octaedro)

Consejo Editorial

Teresa Pagès Costas (jefe Sección Universidad, ICE-UB, Facultad de Biología); Antoni Sans Martín (director del ICE-UB, Facultad de Educación); Mercè Gracenea Zugarramurdi (secretaria del ICE-UB, Facultad de Farmacia); Pilar Ciruelo Rando (Editorial Octaedro); Miquel Martínez Martín (Facultad de Educación, UB); Anna Forés Miravalles (ICE-UB, Facultad de Educación); Atilà Herms Berenguer (Facultad de Física, UB); Mar Cruz Piñol (Facultad de Filología, UB); Miguel A. Pereyra García-Castro (Facultad de Ciencias de la Educación, Universidad de Granada); Miquel Oliver Trobat (Facultad de Educación, Universidad de las Islas Baleares); Carmen Saurina Canals (Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, Universidad de Girona); Pedro Allueva Torres (Facultad de Educación, Universidad de Zaragoza)

Secretaría Técnica del Consejo Editorial

Lourdes Marzo Ruiz (ICE-UB), Ana Suárez Albo (Editorial Octaedro)

Normas presentación originales:

http://www.ub.edu/ice/llibres/eduuni/Normas_presenta.pdf

Revisores:

http://www.ub.edu/ice/llibres/eduuni/Revisores_Octaedro.pdf

Criterios de calidad:

http://www.ub.edu/ice/sites/default/files//docs/criterios.pdf

Colección Educación universitaria

Título: Aprendizaje-servicio (ApS): claves para su desarrollo en la Universidad

Coordinadoras: Laura Rubio Serrano, Anna Escofet Roig






Primera edición (papel): septiembre de 2017

Primera edición: marzo de 2018


© Laura Rubio Serrano, Anna Escofet Roig (coords.)

© De esta edición:

Ediciones Octaedro, S.L.

Bailén, 5 - 08010 Barcelona

Tel.: 93 246 40 02

www.octaedro.com - octaedro@octaedro.com

Universitat de Barcelona

Institut de Ciències de l’Educació

Campus Mundet - 08035 Barcelona

Tel.: 93 403 51 75 - Fax: 93 402 10 61

ice@ub.edu


Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra.


ISBN (papel): 978-84-9921-986-8

ISBN (epub): 978-84-17219-52-9


Diseño, producción y digitalización: Editorial Octaedro

Prólogo

Miquel Martínez

Profesor de la Facultad de Educación de la Universidad de Barcelona

miquelmartinez@ub.edu

El libro que tienen entre manos recoge un conjunto de reflexiones sobre aprendizaje-servicio (ApS) en la Universidad y una serie de propuestas orientadas a su consolidación como una estrategia de aprendizaje y docencia de calidad. Nace de una buena interacción entre teoría y práctica, entre lo que podemos aprender sobre el tema de la literatura y de las experiencias más exitosas a nivel internacional, y la realidad de las aulas y los espacios de aprendizaje en nuestras Universidades cuando miran y escuchan al territorio y a sus agentes y organizaciones. Está escrito por profesorado universitario que pisa y piensa la realidad y que hace de esta práctica la fuente principal para valorar las debilidades y fortalezas del aprendizaje-servicio como vía de formación universitaria.

Cuando el profesorado universitario oye hablar por primera vez de ApS reconoce en su práctica docente o en la de algunos de sus colegas actividades semejantes o como mínimo con objetivos sociales y de implicación en el territorio muy parecidos. Por su parte, las unidades de acción social y voluntariado y las oficinas de responsabilidad social de las universidades identifican con frecuencia las prácticas de aprendizaje-servicio con prácticas de voluntariado asociadas a las temáticas sobre las que los estudiantes cursan sus estudios.

Es cierto que muchos docentes integran cuestiones sociales, éticas y de responsabilidad social en su docencia y que las prácticas de voluntariado que promueven las universidades tienen una buena dosis de prestación de servicio relacionado con los estudios de los estudiantes. Sin embargo, cuando se profundiza en lo que supone integrar estrategias de aprendizaje-servicio en la docencia universitaria se comprende que aunar en un solo proyecto formación académica de calidad y prestación de servicio a la comunidad no es fácil; no puede ser fruto de la improvisación o una mera oportunidad de hacer más social lo que enseñamos en las aulas ni consiste solo en una práctica de voluntariado por muy relevante e importante que sea esta.

En este prólogo, que amablemente me han encargado los autores, me referiré a tres cuestiones que me parecen relevantes para comprender la potencia formativa del aprendizaje-servicio en la Universidad y en la sociedad contemporánea. ¿Por qué conviene prestar atención al ApS en la Universidad? ¿Qué añade el ApS a una docencia universitaria de calidad? Y si añade algo substancial y conviene tenerlo en cuenta, ¿cómo debe abordar la Universidad su integración?

¿Por qué conviene prestar atención al ApS en la Universidad? La sociedad que vivimos está falta de humanidad. El desarraigo y la pérdida del sentido de pertenencia o la corrosión del carácter, a los que entre otros autores Bauman y Sennett se han referido, también afectan a los estudiantes universitarios. Las generaciones que ahora estudian en la Universidad ejercerán sus profesiones y desempeñarán funciones de liderazgo cultural, científico, social, político, sindical y económico. La Universidad no puede olvidar que está formando una parte importante de la ciudadanía que regirá nuestra sociedad en las próximas décadas. Conviene que la Universidad se dote de un modelo formativo que combine en un solo proyecto bien articulado la formación de profesionales de calidad y ciudadanos activos capaces de contribuir a que la sociedad sea cada vez más democrática y en la que seamos más libres e iguales entre nosotros. El ApS puede contribuir de forma clara al logro de este objetivo. Incorporar situaciones de aprendizaje-servicio en las actividades de aprendizaje y docencia en la Universidad hace más humano el aprendizaje universitario, más resistente al instrumentalismo que pierde de vista al ser humano real como un valor en sí.

Se ha afirmado que la relación Universidad-sociedad es una relación interesada por parte de las universidades. Estas, aunque los fines que persigan sean legítimos, van a la sociedad para aprovecharse de ella –prácticas, formación dual, entre otros–. Cuando la Universidad opta por incorporar estrategias de ApS va a la sociedad para escuchar, para conocer sus necesidades reales y contribuir desde la docencia y la investigación a mejorarla. No solo el ApS hace más humano el aprendizaje universitario, también puede hacer más humana la Universidad en su conjunto como institución social y éticamente responsable. Además, contribuye a fortalecer alianzas entre el mundo académico y los agentes sociales y el territorio en clave de proximidad, de dimensiones humanas, favoreciendo el sentido de comunidad y de compromiso ciudadano.

Pero ¿qué añade el ApS a una docencia universitaria de calidad? La calidad de la docencia universitaria y la de los aprendizajes que promueve se puede valorar desde diferentes perspectivas. La perspectiva que a mi juicio conviene considerar sitúa la calidad del aprendizaje, y por ende la de la docencia, en función de si realmente activa en los estudiantes procesos cognitivos y metacognitivos que les permitan compartir y crear conocimiento contemplando el carácter multidimensional de los saberes. De ahí la importancia que tiene la Universidad como espacio donde cultivar el sentido de la indagación desde los primeros años de estudio, donde aprender, personal y colectivamente, a organizar y transformar la información en conocimiento y donde comprender críticamente y construir criterio propio. Las prácticas de ApS permiten contextualizar socialmente el conocimiento, poner en contacto el conocimiento académico con otros saberes más populares y enraizados en la población y una aproximación más holística a la realidad. Las prácticas de ApS no se limitan a ofrecer experiencias. Deben ir acompañadas de momentos de reflexión que faciliten aprendizaje profundo para que la experiencia pueda ser pensada y reconstruida por el estudiante e integrada en el conjunto de conocimientos y competencias de su formación académica.

Una formación académica de calidad va más allá de aprender conocimientos y desarrollar competencias. También se preocupa de formar al estudiante en su futuro oficio o profesión, situarlo en el contexto social y real en el que la ejercerá y capacitarlo para analizar el impacto social, ético y ciudadano que su ejercicio comporta. El ApS contribuye a que el estudiante viva, analice y actúe en situaciones reales, semejantes a las que conformarán su futuro ejercicio profesional y lo haga con el suficiente bagaje teórico y de conocimientos para que su práctica no sea un contacto ocasional con la realidad sino una forma de aprender activa y comprometida. El servicio articulado con el aprendizaje académico permite a los estudiantes construir su identidad ética y profesional de manera diferente y más completa que la derivada de las prácticas clásicas o del voluntariado ajeno a la profesión para la que se prepara. Quizás esta sea una de las razones por las que es conveniente que las prácticas de ApS se inicien en los primeros años de Universidad y acompañen al estudiante en los momentos clave del descubrimiento de su profesión: al principio, al final de los estudios y también en los momentos de formación investigadora, trabajos fin de grado y de máster y periodo de investigación doctoral.

Y ¿cómo debe abordar la Universidad la integración del ApS para que realmente su contribución responda a este plus de calidad? En los capítulos que siguen encontrará el lector suficientes reflexiones y propuestas que responden ampliamente a esta pregunta. Aquí me atrevo a hacer dos consideraciones sobre la cuestión.

La Universidad debe cuidar la calidad de las propuestas ApS en el momento de su diseño, seguimiento y evaluación final por parte de los agentes implicados –profesorado, organizaciones sociales implicadas y estudiantes– con el máximo esmero para que reúnan las condiciones que precisamente la hacen conveniente y necesaria en la formación universitaria. Esto significa que la dedicación de profesorado y estudiantes a esta modalidad de aprendizaje y docencia debe ser reconocida en su singularidad, que la institución dedica recursos para su correcta gestión y que realmente se asegura que está atendiendo necesidades reales de la comunidad.

La prestación de servicio que a través del ApS se desarrolle no puede ser un instrumento para obviar los problemas personales y sociales derivados de la merma de recursos públicos que se está produciendo en las últimas décadas. Puede y conviene que sea un buen medio de sensibilización y alfabetización ciudadana de los estudiantes al respecto y de aprendizaje de ciudadanía activa, un espacio en el que aprender que el servicio y los otros no son un medio para la autorrealización del estudiante, sino un fin.

Presentación

Laura Rubio

Profesora de la Facultad de Educación de la Universidad de Barcelona

lrubio@ub.edu

Anna Escofet

Profesora de la Facultad de Educación de la Universidad de Barcelona

annaescofet@ub.edu

Aprendizaje-servicio (ApS): claves para su desarrollo en la Universidad pretende recoger algunas de las múltiples aportaciones que, durante los últimos años, se han ido realizando en relación con el aprendizaje-servicio en la Universidad. El libro se ha estructurado en tres bloques que permiten avanzar desde una primera aproximación hasta la actual proyección del aprendizaje-servicio.

El primer bloque, Definición y experiencias, reúne algunas ideas clave cuando uno se adentra por primera vez en el aprendizaje-servicio. Ese momento se centra en conocer los dinamismos del aprendizaje-servicio, diversas experiencias que se concretan en diferentes áreas de conocimiento, las valoraciones que hacen del aprendizaje-servicio sus diferentes agentes y también un recorrido por el panorama internacional sobre el tema.

El segundo bloque, titulado Elementos clave para el desarrollo de proyectos, pretende desarrollar aspectos que hay que tener en cuenta en el diseño e implementación de un proyecto. Más allá de los dinamismos básicos del aprendizaje-servicio ampliamente tratados en trabajos anteriores, supone una selección de temas que merecen una especial atención porque aportan calidad a los proyectos: partenariado, reflexión y evaluación de los estudiantes.

El tercer y último bloque, titulado Para la extensión y mejora, está especialmente pensado para avanzar en el aprendizaje-servicio como propuesta educativa. En este sentido, destacan los capítulos destinados a la institucionalización como vía para consolidar el aprendizaje-servicio en la Universidad, la evaluación de los proyectos y diferentes recursos para saber más sobre el tema.

Como no podía ser de otra manera, esta es una obra coral que cuenta con la colaboración de compañeros de la propia Universidad o de aquellos con los que aprendimos. Cada uno con su voz y con su estilo, todos compartimos la creencia de que el aprendizaje-servicio mejora la calidad formativa de nuestros estudiantes y, por lo tanto, mejora la Universidad. A todas estas personas, muchas gracias.

I. DEFINICIÓN Y EXPERIENCIAS