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ÍNDICE

ARTE AFRICANO

ZONA SEPTENTRIONAL

ZONA CENTRAL

ZONA MERIDIONAL

ARTE OCEÁNICO

EL ARTE DE NUEVA GUINEA

LAS ISLAS DE MELANESIA

EL ARTE POLINÉSICO

EL ARTE DE MICRONESIA

COMPARACIÓN ENTRE EL ARTE AFRICANO Y EL OCEÁNICO

OTRAS PUBLICACIONES

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36. ADORNO DE UN FRONTÓN (ISLAS CAROLINAS).

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En siglos pasados nadie habría pensado que el arte africano pudiera sentarse en igualdad de condiciones en la mesa de la cultura europea. El descubrimiento del arte africano y oceánico, artes eminentemente primitivas, que han tenido un desarrollo muy distinto al europeo, data de muy poco tiempo relativamente. Hoy creemos necesario hablar del arte africano; los artistas europeos admiran el arte africano y no pocos estilos de vanguardia se inspiran en estilos africanos primitivos. En fin, entramos en una fase de curiosidad hacia las otras culturas que pueblan el planeta. Lo único que por ahora atrae nuestra atención es el arte, pero es posible que más adelante nos interesemos también por la cultura en sus más amplias manifestaciones. En África, como en Oceanía, hay una cultura diferente. No tiene por qué ser peor. Bien es cierto que nos parece menos evolucionada en muchos aspectos, pero no está demostrado que la evolución conduzca siempre a un nivel más perfecto. Cabe la posibilidad de un desarrollo negativo, funesto para una civilización. No queremos resucitar las Ideas de Spengler, pero, ¿estamos seguros de que nuestra cultura es la mejor cultura que se ha podido producir en el tiempo que ha durado su evolución? A estas horas ningún europeo de sentido común puede estarlo. Por lo tanto, un desarrollo menor no significaría una calidad menor. Bien pudiera ser al contrario.

Hasta ahora el europeo sólo se ha interesado por el arte africano. Dentro de una o dos generaciones comenzará a interesarse por toda su cultura. Una civilización es una transformación de la naturaleza que el hombre hace para vivir mejor en ella. El hombre no se adapta a la naturaleza, como suele decirse, sino que obliga a la naturaleza a someterse a sus necesidades y a veces, a sus caprichos. Los impresionistas, los fauves, los expresionistas y los cubistas han encontrado gran belleza en el arte negro y oceánico. Recordemos a Gauguin o a Matisse, verdaderamente entusiasmados con las producciones artísticas africanas y asiáticas. Tiempo vendrá en que el europeo, educado en una nueva perspectiva vital, estudie y valore con la misma atención y el mismo respeto toda la cultura primitiva. No me refiero a un estudio etnológico, como el que hacía Frobenius, por ejemplo, que es el estudio del naturalista sobre el curioso escarabajo de otras tierras. Aquello era un estudio positivista, desenfocado y con complejo de superioridad. El europeo debe cambiar su estructura vital y comprender que es uno más entre los muchos pueblos que habitan la Tierra. Esto no debe entenderse como una frase de ecos sociales, sino de un modo mucho más serio y sincero. Es preciso urgente, diríamos mejor encontrar nuevas categorías para valorar la cultura y el arte. Las viejas categorías no sirven, están desenfocadas, dan una visión difusa de la realidad.

Es posible que cuando el europeo quiera comprender con espíritu humilde y ganas de asimilar todo lo bueno que pueda encontrar el desarrollo cultural africano u oceánico, o de cualquier otro pueblo primitivo, este estudio no pueda hacerse. Quizá llegue tarde a todas estas citas. los propios africanos abandonan sus costumbres, sus creencias, su cultura y su arte. Desestiman sus propias normas sociales y provocan rupturas en su ambiente. Hemos tenido ocasión de visitar personalmente algunos territorios africanos. Los pocos restos artísticos autóctonos se conservan en Museos o colecciones, casi siempre religiosas, porque nadie se ha preocupado de continuar las tradiciones. Los africanos eluden el compromiso que tienen con su pasado y esto es un camino seguro para despeñarse en el futuro. Se