SINOPSIS
Cumplidos 66 años, me pidió y acompañé a un amigo a realizar el tramo del Camino de Santiago: “San Juan de Pie de Puerto a Roncesvalles-Orreaga”, y me enamoré del pirineo navarro, que no conocía. Fruto de esta experiencia, nace la primera parte de este poemario: “una piedra en el círculo”.
Siempre que pude –no tengo automóvil–, volví a él, y me empapé de poesía en: Roncesvalles, Burguete, Valle de Aezkoa, especialmente Aribe, Orbaizeta y
Garralda, rasos de Abodi, Otxagabia, selva de Irati, ermita de la Virgen de las
Nieves, pantano de Irabia, ermita de San Esteban, Roncal e Isaba, valle de
Belagua (no pude ascender al Anie y Orhi, ni descender a la cueva de Arpea, por
padecer vértigo), Larrau, Santa Engracia, Zuberoa, San Salvatore de Mendibe, Okabe, monte
Ortzanzurieta, Soraluze, monte Urkullu y, sobre todo, el lugar que da título al libro, el mágico lugar de Azpegi…
La segunda parte del libro, “LLARIK Y ODISEO”, está dedicada a Eduardo Chillida y Jorge Oteiza, dos grandes artistas con raíces pirenaicas, con quienes dialoga mi poesía, en un mano a mano, soneto con soneto…
La tercera parte del libro, “DIARIO DEL PEREGRINO DE OSTABAT”, viene a ser un diálogo del llamado “Peregrino de Ostabat”, con la llama de un cirio: “Una pequeña llama en el silencio”, en la penumbra de una pequeña iglesia trinitaria, debido a un cáncer terminal, en vísperas de su viaje al Más Allá…
UNA PIEDRA EN EL CÍRCULO
Una piedra pensándose a sí misma.
En la hierba clavada, en el aire desclavada.
Por lluvia desclavada, por nieve clavada.
Hecha círculo, a solas, se abisma.
Una piedra en el círculo, callada.
Te adentras y tocas. No hallas cisma.
¡Tocas y tocas su esencia carisma
por niebla y rocío entronizada!
No sé: “Velar su noche a mi alma emplaza,
o dejarla, al raso, en soledad...”
Aunque sea sólo divinidad.
Silencio que te habla, si lo entiendes;
y al final, tu corazón lo tiendes
abierto a un ancestro que te abraza...