Dedicado a Stanley Krippner,
superviviente de la California legendaria

SUMARIO

Prólogo

Introducción

Parte I
UN MUNDO CHAMÁNICO

1. ¿Qué es chamanismo?

Los orígenes del chamanismo se pierden en el tiempo

   Del viaje del héroe

   Chamanismo y el viaje de la humanidad

2. ¿Qué es un chamán?

Aspectos claves que tener en cuenta

   La recuperación de la sombra

   La naturaleza como libro

   La importancia del linaje

3. El viaje chamánico

La llamada y la crisis

El aprendizaje. Una llamada para toda la vida

La llegada

El servicio. La curación como conocimiento

   Donde la enfermedad se valida como camino

4. Métodos chamánicos

Tecnología de la trascendencia

   Los métodos son básicamente no verbales

   Comunicación verbal

5. Confrontación, conflictos y encuentros

El conflicto entre dos visiones opuestas ante el mundo. Visiones negativas del chamanismo

Un estudio comparado en defensa del chamanismo

Parte II
EN EL CAMINO

6. Mi deuda

¿Cómo afrontarlo?

7. El chamanismo inspirador

Desafíos del chamanismo: ¿existe algo ahí afuera?

   La rueda de la vida

Chamanismo y el mundo de las sustancias

No todo es armonía en el chamanismo.
Dos aspectos: toma de sustancias y chamanes

Principio de la indeterminación ontológica

Chamanismo en el mundo

Una chamana en la corte de Felipe II

8. Se hace camino al…

En el desierto

En la selva

Camino del Sabanai

9. Una ingeniera en la selva

En vías de preparación

En el camino

Parte III
EPÍLOGO

Chamanismo en el tercer milenio

El porqué de su fuerza hoy

Aportes y salidas
    Dos vertientes: psicoterapia y medicina

Conclusión

   De la revolución industrial a la revolución interior

Bibliografía

PRÓLOGO

El mensaje que se da a la humanidad en este libro es que se entienda el uso de las plantas y de la medicina indígena. Desgraciadamente, el entendimiento de las plantas sagradas es poco común hoy en día. La creencia de muchas personas ha sido debilitada por las presiones del mundo moderno que desconoce las propiedades terapéuticas y curativas de las plantas sobre la mente y el cuerpo humano. No obstante, en la actualidad muchas personas sienten la necesidad urgente de adquirir un entendimiento claro de estos vegetales. Estas personas necesitan de un conocimiento que sea sólido y confiable, de hechos sobre los cuales basen sus convicciones y su esperanza, pues, buscan una guía para resolver los problemas cotidianos de la vida y para tomar decisiones correctas en tiempo critico de enfermedades. Este libro les ofrece información más indicada, pero el lector tiene que entender lo que lee. Con este propósito se publicó esta obra para ayudar a entender lo que es la espiritualidad y la curación con las plantas maestras.

En el relato de este libro se pueden apreciar diferentes componentes. Se habla de diferentes aborígenes, muchas razas que dijeron cómo usaban el chamanismo y lo que ellos hicieron con esta ciencia, en sus costumbres de medicina. Ellos usaban muchas clases de plantas porque sólo conocían la medicina tradicional cuando utilizaban las plantas y sus propiedades medicinales, así las personas acudían a un chamán curandero, quien servía como un intermediario entre los vegetales y la gente. El registro de los tratos de los humanos con los vegetales se encuentra en este buen libro escrito acerca de los misterios profundos de los vegetales; y cuanto mejor conozcamos el propósito general de la planta sagrada, más claro puede llegar a ser para las personas. En este respecto esta obra difiere de otras publicaciones. Es un hecho que la investigación del escritor Manuel Almendro ha resultado en que tengamos mucho mejor conocimiento de los hallazgos apropiados de las medicinas tradicionales indígenas, tanto de la amazonía como de otros lugares. Del mismo modo, los investigadores antropólogos y otros han sacado a la luz escritos dignos de interés que pertenecen al tiempo en que se llevaban a cabo estas curaciones. Sin embargo hemos sopesado con cuidado estos datos para evaluar debidamente los puntos de vista que se han presentado, así como las conclusiones a que han llegado los antropólogos y otros doctos, distinguiendo entre lo que simplemente son teorías y lo que claramente son hechos.

Creemos que la persona que lea este libro hallará la información necesaria no sólo objetiva sino también conducente a reflexión. El lector de este libro tendrá ayuda para entender el chamanismo amazónico y de otros lugares del mundo como un instrumento muy útil. Le será provechoso buscar en este libro lo que en ello encuentra en su lectura personal del chamanismo, o sobre lo que no esté plenamente informado. Éste es el libro más absorbente e interesante puesto a disposición de los lectores y estudiantes que quieren tener un conocimiento holistico sobre las ciencias esotéricas de la selva amazónica.

Esta obra se ha redactado con el fin de aumentar no sólo el conocimiento y entendimiento del chamanismo, sino también el aprecio de corazón por su autor. Rogamos sinceramente que sirva para ayudar a centenares de miles de personas a que abran por completo su corazón y sus ojos ante el uso de los vegetales y los demás remedios naturales con plena confianza, devoción y amor.

PABLO C. AMARINGO Sh.

INTRODUCCIÓN

Desde el impresionante árbol caído, en el punto más alto de la colina, se contempla el valle, un tapiz ondulante sin fin que sobrecoge hasta donde alcanza la vista. De esa superficie plana se diferencian algunos tallos poderosos que se elevan en una búsqueda desafiante por la luz del sol otorgando, si cabe, aún más amplitud a este océano verde. El viento casi imperceptible, que proporciona un frescor necesario y un sonido suave y continuo, mece el humo de algunos troncos quemados para ahuyentar las serpientes.

Está anocheciendo ya, pero aún se oyen bandas de ruidosos loros cruzando el aire, algunos tucanes se divisan por sus grandes picos en las ramas peladas de las copas allá a lo lejos, a veces grupos de monos guasa pasan saltando de rama en rama. Ante la venida de la noche todos los animales buscan su hueco en esta vastedad y a pesar del silencio sabes que están al lado, seguramente olfateándote, observándote, debajo de la hojarasca y entre la malla impenetrable de la maleza. Una miríada de sonidos agudos va emergiendo en medio de este olor a humedad penetrante e imprimiendo una vitalidad indescriptible. Entre el magma verde, los graznidos de algunos manacaracos anuncian la lluvia.

Cuando bajo a la maloca ya es noche cerrada, apenas las siete de la tarde, y enfocando la entrada se divisa en el firmamento la Cruz del Sur. La tenue luz de las teas refleja los torsos desnudos de tez morena y los ojos negros y brillantes de los indios shipibos que hoy han acudido a la sesión recostados sobre las paredes de madera; sólo se mueven para sacudirse algún mosquito o para musitar algo ininteligible. Con extraordinaria cortesía responden a mi saludo en medio de una atmósfera que cubre de un extraño silencio el recinto. Me ofrecen un sitio y una manta, y al momento todo recobra una quietud conmovedora que te empuja irremediablemente adentro. Poco después el viejo indio sentado en medio del grupo comienza a fumar intensamente y a emitir unos soplidos rítmicos y ondulantes sobre una copa de madera. A continuación mira a su alrededor y llama uno a uno a los indios, y después se dirige a mí con una sonrisa familiar y cálida. Se hace de nuevo el silencio y tras un intenso compás de espera se inician los ícaros. Inundados de naturaleza estos cantos indios surgen de una docena de nativos resguardados en una choza de madera y hoja de palma. Vistos desde arriba, sólo son un puntito de luz casi imperceptible en medio de la inmensidad amazónica, ajenos al mundo ruidoso del asfalto y el neón. Algo ¡tan pequeño! y al mismo tiempo ¡tan grande! Estos cantos muestran el alma indescriptible de las ramas y los ríos, de las estepas y de las montañas; surgen del silencio inquietante y de la oscuridad insondable, demandan estar presentes ante el miedo y la muerte, y dice el chamán que viajarán hacia el cosmos. Lamentos que, como el aullido del lobo o el bramido del ciervo, llevan un sin tiempo lanzando una plegaria al misterio.

Amanece, todo ha pasado ya, el frescor de selva húmeda se te mete dentro. Tomas consciencia de que tienes cuerpo y de que trocito a trocito vuelves a saborear la maravillosa vitalidad de lo cotidiano. Un sentimiento de gratitud sin límites me embarga y me deja tocado para siempre y sin palabras. Miro al mundo, los indios han desaparecido, y sólo un ayudante permanece como un bulto bajo una vieja manta. Parece imposible que el sol salga de nuevo y que los pájaros alborotados vuelvan a sobrevolar la colina, los troncos humeantes…; el orden sigue manteniendo la pregunta.

Chamanismo como palabra generalizada por los antropólogos –pero no utilizada por muchas de las culturas indígenas– es una forma de conocimiento y una forma de vivir que desarrollan la vía de la mente nativa.

En primer lugar, como mente propia de “los nativos”, palabra con la que se denomina por ejemplo a los indios americanos en particular, y en general a los que son originarios de un lugar. Pero también mente nativa porque representa el momento en que acaba de nacer y podemos decir que está limpia, sin influencias, cercana al mundo antes del pensamiento y por lo tanto a esa mente primigenia de la que hablan los budistas y algunas tradiciones llamémosles sagradas.

Pero el chamanismo también se refiere actualmente a la vía abrupta, dura, peligrosa y beatífica que se engrana hacia la conciencia de lo inalterable.

PERO ¿CUÁL ES SU FUERZA HOY?

Cada día las noticias ponen de manifiesto el mundo en riesgo en el que habitamos y que hemos conformado. No sólo el poder atómico y el poder genético, los preocupantes cambios climáticos, etc., sino también hemos de mirar con optimismo los potenciales estados de consciencia que pueden ser generadores de las próximas transformaciones de una nueva forma de concebir la vida. Algo no marcha bien y parece que la vía mecánica, racional y mercantil de Occidente, que tantos éxitos ha cosechado a niveles materiales, está hoy en la agonía; lo dice la salud de la gente, la del ecosistema y la de la ecoconvivencia. Necesitamos urgentemente una nueva relación con la naturaleza y con la Tierra, sabiendo que no son piezas inanimadas. ¡Algo falla! A pesar de nuestras poderosas medicinas, nuestros maravillosos inventos, algo falla dentro del ser humano.

Y precisamente lo que nos enseña el chamanismo es el gran respeto que la mente nativa siente por el universo y por toda forma de vida. En este sentido se une a todos los colectivos que demandan atención sobre la totalidad de la que todos formamos parte, desde Gaia a la defensa de los animales y de los bosques, ante el desastre psicológico, social y planetario que ya está aquí. Necesitamos la visión chamánica de la vida por dentro, de su fuerza unificadora que integra el mundo como vivo, dinámico y cambiante, en este crisol en el que habitamos, ya que puede que nos ofrezca un nuevo estado perceptivo y de conciencia que tal vez nos haga conectar con nuestra sabiduría ancestral. Un acercamiento comedido que no caiga en el desprecio intelectualista y soberbio, ni en el adoracionismo ingenuo, ni en el expolio. Tampoco es fácil saber cuál es el límite, hasta dónde se puede uno entregar sin perder el centro rector, ya que ésta es una pregunta interesante que se formula en determinadas ocasiones. Es obvio que a partir de cierto límite no hay leyes, que la preparación es vital, y que es importante no ocupar el lugar experiencialista del cebo en caña ajena. De ello hablaremos, y por eso este acercamiento epistémico y vivencial sin caer en el circo, eso espero. A veces pienso que el chamanismo es un buen pasaporte para después del caos.

Hace muchos años me apercibí mediante la comunicación verbal y no verbal de que los que estábamos investigando en este campo podríamos acabar siendo “puentes” de un saber que hoy se diluye a marchas forzadas entre las parabólicas y el trasiego humano. Un saber según el indígena en el que sus técnicas y sus “plantitas” son concebidas como mensajeros del cosmos, de su inteligencia y de su conciencia. Los puentes se construyen para que los seres pasen de “un lado” al “otro”, y viceversa.

Este libro presenta en una primera parte una perspectiva sobre qué es el chamanismo y quiénes son los chamanes, qué es lo que comprende el viaje chamánico y los métodos para ello, así como la oportunidad y el peligro: un aviso para animonautas.

En la segunda parte se desarrolla el aporte que el chamanismo puede ofrecer al ser humano de hoy: el chamanismo inspirador, la vía que penetra en lo insondable, así como detonantes sincronicidades con “otros viajes”. También aparece la deuda contraída por el autor de este libro con respecto a este viejo saber tanto en lo personal como en las posibles aplicaciones en psicología y psicoterapia, lo que comporta una posible forma de entender la curación como vía de conocimiento.

En esta parte nos decantamos por una exposición más bien práctica de “vivencia de campo”, terminando con un epílogo sugerente en el que se exponen las salidas posibles que el chamanismo puede ofrecer. Para ello rastreamos algunas de las opiniones más reputadas al respecto. Es mi intención que este libro abra algún desafío en tu búsqueda.

Parte I
UN MUNDO CHAMÁNICO