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Autoestima
y tacto pedagógico
en edad temprana

ORIENTACIONES
PARA
EDUCADORES Y FAMILIAS

Margarita Heinsen Guerra

NARCEA, S. A. DE EDICIONES
MADRID

2ª edición

© NARCEA, S. A. DE EDICIONES, 2018

Paseo Imperial 53-55, 28005 Madrid. España

www.narceaediciones.es

Ilustraciones: Héctor Fuertes Díaz

Dibujo de la portada: Roser Bosch

ISBN papel: 978-84-277-1820-3

ISBN ePdf: 978-84-277-1919-4

ISBN ePub: 978-84-277-2461-7

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Índice

PRÓLOGO de Sonsoles Perpiñán Guerras

INTRODUCCIÓN: ¿POR QUÉ ESTE LIBRO?

1. EL MUNDO ACTUAL

2. COMENZAR POR UNO MISMO

3. AUTOCONCEPTO

4. AUTOESTIMA

5. CADA NIÑO ES DISTINTO, CADA ETAPA ES DISTINTA

6. ALGUNOS MITOS SOBRE EL DESARROLLO DE LA AUTOESTIMA

7. ALERTAS ANTE POSIBLES PROBLEMAS DE AUTOESTIMA

8. HERRAMIENTAS PARA IDENTIFICAR POSIBLES PROBLEMAS

Observar y registrar las conductas, actitudes y actividades de nuestros hijos o alumnos.

9. ERRORES QUE DEBEMOS EVITAR

Criticar permanentemente. Ridiculizar, burlar o usar sarcasmos. Comparar al niño con otros. Sobreproteger. Exigir demasiado. Etiquetar.

10. ORIENTACIONES PARA EL DESARROLLO DE UNA SANA AUTOESTIMA

Crear un ambiente de amor y aceptación. Ofrecer modelos adecuados de comportamiento. Ayudar al niño a ser autónomo. Reconocer sus cualidades y celebrar sus logros. Fomentar la comunicación. Respetar sus ideas y opiniones. Asignar responsabilidades y dar oportunidades de ayudar. Corregir conductas inapropiadas. Ayudar al niño a aceptar las consecuencias de sus actos. Promover la creatividad. Exigir que termine las tareas. Ser amables. Compartir con los niños. Enseñar estrategias apropiadas para enfrentar situaciones difíciles. Fomentar las actividades sociales. Fomentar la responsabilidad y no la culpa. Evitar transmitir sentimientos de lástima o pena.

11. TACTO PEDAGÓGICO PARA EL DESARROLLO DE LA AUTOESTIMA

El afecto. La confianza. La seguridad. El respeto.

12. AUTOESTIMA Y APRENDIZAJE EN LA ESCUELA

13. CONCLUSIÓN Y REFLEXIONES FINALES

BIBLIOGRAFÍA

Prólogo

Uno de los retos más atractivos y apasionantes a los que nos enfrentamos los padres y los educadores es el de ayudar a nuestros pequeños a construir su autoestima. La vida cotidiana está repleta de momentos en los que, al interactuar con el niño, a través de nuestras palabras, gestos o comportamientos, afianzamos la idea que tienen de sí mismos, reforzamos su percepción de competencia y aportamos la seguridad que necesitan para definir su identidad; o por el contrario, les ponemos trabas en el difícil camino que tienen que recorrer hacia su autonomía.

Desde que el niño nace va experimentando con el mundo que le rodea, pone a prueba sus habilidades motrices controlando progresivamente su cuerpo y desplazándose por el espacio. Observa todo lo que ocurre a su alrededor dándole un significado. Desde los primeros momentos se comunica con las personas que le rodean, expresa sus necesidades, sus deseos, sus miedos y comparte sus descubrimientos. Todo este proceso de desarrollo se produce de la mano de los adultos que pueden ofrecer un contexto afectivo rico y estimulante donde probar sea una oportunidad para crecer, o pueden transmitir al niño sus propias inseguridades limitando la curiosidad y el afán de conocer propio del pequeño.

Hablar de la autoestima en la edad temprana tiene sentido porque es en esos momentos cuando el niño construye su personalidad y aprende a relacionarse con los demás. Adquiere su identidad mediante un proceso de relación. Cuando aún no tiene capacidad para observarse a sí mismo y sacar conclusiones, los padres y los educadores somos los espejos donde él se mira, nuestras palabras y nuestras conductas les sirven de referencia para conocerse y para valorarse, y esa primera valoración constituye un soporte con el que afrontar los retos y los aprendizajes, es la estructura sobre la que se asentará su autoestima.

Este libro nos invita a la introspección, recordándonos que los adultos somos siempre modelos, que nuestros pensamientos, sentimientos y conductas son el punto de referencia para el niño y que si queremos reforzar su autoestima tenemos que empezar revisando nuestras actitudes.

La autoestima es un concepto que ha adquirido una gran relevancia en la sociedad actual, se utiliza en el ámbito educativo, en el de la salud, incluso en el mundo empresarial. Coincidimos todos en considerar la importancia de valorarnos y aceptarnos como somos; pero, ¿cómo podemos desarrollarla desde la infancia temprana?

El presente libro ofrece una serie de reflexiones dirigidas a los padres y a los educadores desde una perspectiva positiva y realista. Hace un análisis de los pensamientos erróneos que los adultos tenemos sobre cómo desarrollar la autoestima y los comportamientos que tenemos que evitar proponiendo unas orientaciones sencillas y prácticas. Al leer sus páginas se descubren algunas claves imprescindibles para desarrollar con éxito la tarea de educar.

Tal vez una de las más importantes que nos propone la autora es el respeto por el niño: nos invita a considerar su individualidad, a observar sus reacciones y adaptarnos a su edad y sus características, a compartir con él sus inquietudes o las nuestras y a confiar y creer en sus capacidades.

Creer en el niño implica revisar nuestros pensamientos, nuestra mente de adultos nos lleva, con frecuencia, a considerarle incapaz de afrontar retos o de superar algunas dificultades, esa es la razón por la que lo sobreprotegemos tratando de evitarle esfuerzos o sinsabores que son necesarios para su desarrollo.

Respetar al niño significa apoyar su iniciativa, protegerlo solamente de aquello que realmente sea un peligro para él, pero no imponerle límites que provienen más bien de nuestros miedos.

Otra de las claves que encontraremos en estas páginas es la importancia de la comunicación. El lenguaje es el instrumento mediante el cual interactuamos con el niño, expresamos nuestras ideas y nuestros sentimientos. Tenemos que utilizarlo de forma apropiada, considerando tanto lo que decimos como la forma de decirlo, los gestos, el tono de voz, las miradas, etc. Evitar las contradicciones y las etiquetas que tiñen la relación de temor e inseguridad, preguntar al niño ya que muchas veces tiene la respuesta que buscamos, o emplear expresiones positivas en lugar de manifestar únicamente lo que está mal, son algunas estrategias especialmente valiosas para desarrollar la autoestima.

Plantea también la importancia de los límites como elemento facilitador de la seguridad emocional del niño. Límites conocidos y consensuados con él que le permiten anticipar las consecuencias de su comportamiento e insiste en que la firmeza y la coherencia le ayudan a comprender el complejo mundo social en el que vive.

Una de las claves más significativas que nos propone la autora es la importancia del afecto. Es una de las principales necesidades del niño, le permite afrontar experiencias y relaciones con los demás con la certeza de que sus figuras de referencia están disponibles incondicionalmente. El pequeño necesita que le muestren si una conducta concreta es correcta o no, pero siempre bajo el amparo del afecto incondicional. Se debe cuestionar un comportamiento concreto pero nunca el amor hacia el niño.

Tal vez si comprendiéramos esta difícil dualidad entre la firmeza y el afecto estaríamos más capacitados para educar. El niño necesita ambas cosas para crecer, para construir sus valores y para aprender a relacionarse con los demás.

A lo largo de las siguientes páginas encontraremos sugerencias prácticas y preguntas que nos ayudarán a reflexionar sobre cómo nos relacionamos con nuestros niños y cómo ayudarles a construir su autoestima, para transitar seguros por un mundo complejo en el que puedan ser ellos mismos y donde puedan desarrollar sus aptitudes.

SONSOLES PERPIÑÁN GUERRAS

Especialista en Psicología Pedagógica y Atención Temprana
Miembro del Grupo de Atención Temprana GAT,
(Federación Estatal de Asociaciones Profesionales de Atención Temprana)

Introducción:
¿Por qué este libro?

Desde hace más de diez años he impartido charlas y cursos sobre el desarrollo de la autoestima en la infancia a maestras y maestros, y a familias, en la República Dominicana y en otros países. En cada uno de estos encuentros he tenido la oportunidad de compartir ideas, experiencias y estrategias para el desarrollo de una sana autoestima, lo que ha enriquecido mis conocimientos con las vivencias de los participantes. Me he dado cuenta de la necesidad que existe de aclarar conceptos errados sobre la autoestima y de la importancia de desarrollarla a través de estrategias efectivas.

Los adultos estamos ávidos de orientaciones prácticas que puedan ayudarnos a mejorar nuestra labor de educar y formar. Tarea nada fácil, llena de desafíos y satisfacciones, que se debe enfrentar con valentía, amor y paciencia.

La idea de plasmar en un libro los puntos tratados en las charlas y talleres, ampliando y explicando el tema con más detalles surge de la necesidad de educadores, maestros y familias de contar con un material de consulta sencillo y práctico que ofrezca pautas generales que orienten la crianza y que permitan lograr el desarrollo de una sana autoestima en los más pequeños. Este libro busca servir a cualquier persona interesada en ayudar a los niños y niñas en este proceso.

El libro está dividido en temas que a su vez se desarrollan en puntos importantes de forma precisa y clara. En cada tema se finaliza con un espacio llamado Reflexionemos, con preguntas que llevan al análisis de nuestras conductas y actitudes como adultos comprometidos con la educación de nuestros hijos y alumnos.

Con estas preguntas buscamos que tanto los educadores como las madres y padres vayan desarrollando su propio tacto pedagógico. En palabras de un importante pedagogo, formador de educadores: «tacto pedagógico significa capacidad de diálogo, significa paciencia, significa sensibilidad, significa madurez, significa capacidad de afecto sano» (Zabalza, 2012: 149); todo ello sumamente necesario en la educación de los más pequeños.

Espero que este libro impacte positivamente en la educación de los pequeños, para que cada niño y cada niña tenga la oportunidad de crecer y desarrollar plenamente sus potencialidades en un ambiente sano y seguro. Esto le permitirá asumir una actitud positiva hacia su persona, dar lo mejor de sí, comportarse adecuadamente e interactuar de manera efectiva con otros y con el entorno que le rodea.

La sociedad demanda cada vez más personas sanas, capaces y felices. Y nosotros tenemos la responsabilidad y el deber de responder a esta demanda.

¡Adelante!

1. El mundo actual

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Esta época nos presenta muchos desafíos tanto a los padres y educadores como a los propios niños*. Las estructuras familiares han cambiado, la tecnología y los medios de comunicación forman parte importante de la vida.

Estos fenómenos, entre otros, como por ejemplo la globalización, impactan en el estilo de vida actual, exponiendo a las personas a distintas realidades de forma instantánea y rápida.

Se vive en un mundo competitivo en el que existe una presión por tener cada vez más cosas y en el que se le da menos importancia al ser.

Estamos bombardeados por mensajes que cuestionan el autoconcepto y la autoestima, ya que nos imponen cómo debemos vernos, cómo hacer las cosas, cómo sentirnos bien. Incluso se contradicen los valores que se desean inculcar y desarrollar en busca del bienestar propio y del bien común.

Estamos viviendo en una carrera que no se detiene: la vida moderna. Es difícil frenar para reflexionar, amar, disfrutar, crecer, aprender y evaluar.