GuíaBurros Liderazgo

Sobre el autor

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Es complicado definir un camino al escribir sobre mi trayectoria profesional porque hace “veintitantos” años me he graduado de urbanista. Luego seguí desarrollando la vena artística e hice un máster en producción y dirección de cine y televisión, aunque mi mayor interés y a lo que he dedicado más tiempo de vida profesional como consultor, profesor y conferenciante ha sido a la comunicación en todas sus facetas, haciendo énfasis en la comunicación emocional y persuasiva, la comunicación estratégica, el liderazgo, el liderazgo social, la comunicación corporativa (interna y externa), la comunicación política, las estrategias disruptivas y el “new thinking”.

Tengo que hacer mención especial al “IE Business School”. Mi paso por esta excelente institución educativa haciendo el máster en comunicación y marketing me ha abierto nuevos horizontes y es definitivamente un hito en mi carrera profesional, aportándome nuevas maneras de ver las cosas y mostrándome otras formas de pensamiento. Actualmente soy profesor asociado en el Instituto de Empresa de lo cual me siento muy orgulloso.

Agradecimientos

A Dios, el que me ha creado y dado todo lo que tengo...

A mi familia que me ha acompañado y soportado día a día...

A Anabel, mi mujer, compañera y madre de mis hijos, a la que le debo todo...

A las personas que han confiado en mí para ser quien soy...

A Borja, María José y todo el equipo de aNerea...

A mis clientes, personas, empresas y organizaciones que han confiado en mí estos años para asesorarles en comunicación emocional y persuasiva, comunicación estratégica, comunicación corporativa y liderazgo...

A todos mis alumnos que me han soportado año tras año...


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¿Quiero ser un líder?

Cuando hablamos de líderes ¿quiénes te vienen a la mente? ¿políticos, líderes religiosos, deportistas de élite, influencers de las redes sociales, héroes históricos?

Si has pensado en una persona (o una marca) que inspira a otros a cambiar su comportamiento podemos comenzar a hablar de líderes. El liderazgo suele asociarse a personas que influencian a sus seguidores a hacer las cosas mejor, proponiendo una nueva visión, nuevos objetivos, nuevos retos, nuevas maneras de ver la realidad que los rodea, etc. Pero la historia nos enseña que el liderazgo puede también ser utilizado para alentar a personas a cometer actos realmente crueles iniciando guerras, invasiones, conquistas y matanzas, donde algunos líderes se han valido de la manipulación, la mentira, la persuasión, el control, el poder y el adoctrinamiento para lograr sus objetivos.

Ser líder conlleva responsabilidad, constancia, tolerancia, empatía, firmeza, comprensión, inteligencia, energía, visión, pasión, preparación y esfuerzo.

Por lo general, cuando hablamos de líderes, nos imaginamos a una persona hablando a una gran masa, alentándolos a movilizarse, emocionándolos y haciéndoles reaccionar en la dirección deseada. Sin embargo, bajando al plano cotidiano, la realidad es que todos podemos ser líderes. Algunos ya lo somos y no lo sabemos, o lo estamos comenzado a ser, o lo podemos ser y no queremos, o no nos sentimos capaces, o lo somos, pero podemos mejorar nuestra capacidad de liderazgo.

Si hablamos de liderazgo en el sentido amplio de la palabra podemos afirmar que tenemos la posibilidad de ser líderes en nuestra familia, en nuestro grupo del trabajo, en la comunidad, en un grupo deportivo, etc. Incluso, cuando tenemos mascotas seguramente estaremos ejerciendo cierto tipo de liderazgo sobre ellas. No es necesario pensar en las grandes masas de personas para hablar de liderazgo.

Llevamos miles de años formando sociedades que se ha visto muy influenciadas por el liderazgo, fenómeno que ha marcado nuestra historia y seguramente marcará nuestro futuro.

¿Un líder nace o se hace?

Sobre esto hay muchas hipótesis. Cabe preguntarse ¿puedo yo ser un líder? ¿una persona tímida o introvertida puede ser un líder? ¿hace falta hablar bien en un micrófono o tener una personalidad dominante para ser líder?

Según muchos estudios se puede nacer con ciertas habilidades que te pueden hacer un líder potencial, pero la clave está en desarrollarlas para llegar a ser un líder real. Rafa Nadal, el mejor tenista español de la historia, comentó en alguna ocasión que genéticamente Roger Federer tenía un cuerpo que era ideal para jugar al tenis y que la genética lo había favorecido, pero sin embargo Rafa Nadal ha conseguido otras habilidades que le han dado la victoria ante Federer en muchas ocasiones. Hay que tomar en cuenta que por lo general esas habilidades se consiguen con esfuerzo, perseverancia, dedicación y preparación, sobre todo en el deporte.

Pero no siempre es así. Si por ejemplo hablamos de política una persona puede llegar a ser considerado un “líder político” porque dice lo que la gente quiere escuchar, logra generar ese “contacto” que permite que la gente le crea y le siga, porque tiene unas excelentes capacidades de comunicación que le permiten llegar al corazón de sus seguidores o porque sencillamente cuenta con un equipo extraordinario de consultores que le dicen qué decir, cuándo decirlo, cómo decirlo y a quién decirlo.

Un líder dentro de la empresa puede también serlo porque conecta bien con sus compañeros, porque tiene una gran reputación, porque es considerado un gurú en lo que hace o porque goza de una credibilidad a prueba de rumores. Todas estas variables suelen ser una combinación entre tener la facilidad innata, preparación, práctica y experiencia.

Hay que tener muy claro que una cosa es la autoridad y otra el liderazgo. Una persona que tiene un cargo superior al tuyo puede ser tu jefe, tiene mayor jerarquía y puede ejercer su autoridad sobre sus subalternos dentro de los límites de las normas sociales y profesionales.

Los subalternos están ciertamente obligados a seguir las instrucciones de su jefe que las emite basándose en su autoridad, que no se la dan sus subalternos, se la da una persona con rango aún mayor o un ente de jerarquía superior (consejo directivo, cargo político, etc.); pero si, siempre estamos hablando de autoridad. En el ámbito militar se entiende muy bien lo que es la autoridad o lo que es la cadena de mando. Sin embargo, cuando hablamos de liderazgo, la cosa cambia.

Para ser líder un jefe tiene que tener mucho más que solo la autoridad sobre otros. Lo ideal es que el jefe sea un líder, aunque el líder no tiene por qué ser el jefe (y no es un juego de palabras o un trabalenguas).

Lo que sí es casi un consenso general entre los estudiosos del liderazgo es que para lograr ser un buen líder es necesario acumular experiencias que te permitan entender realmente cómo ser ese buen líder y ejercer como tal.

La idea de este GuíaBurros es adentrarnos un poco más en estos conceptos y presentarte una serie de propuestas para que mejores tus habilidades de liderazgo.

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¿Por qué líderes?

El Homo Sapiens hace más de 50 mil años tuvo la oportunidad de convivir con otras especies y prevaleció porque aprendió a colaborar con otros seres de la misma especie. Aprendió a trabajar en equipo. Hay que tomar en cuenta que por varios miles de años la raza humana tal cual la conocemos vivió en grupos no mayores de 100 o 150 miembros. En su mayoría eran nómadas y tenían como prioridad la búsqueda de comida y la protección de sus miembros ante amenazas externas como otros animales y el entorno ciertamente hostil. Sin embargo, cuando el hombre aprendió a sembrar y cosechar se produjo un gran cambio social y de forma de vida.

Sin embargo, vivir en pequeños grupos de personas no jerarquizadas generó problemas. Los más débiles tenían menores posibilidades de sobrevivir ya que tenían menos oportunidades de garantizarse la seguridad y la comida.

Ciertamente la fuerza física prevalecía sobre otras capacidades. En ese caso los más fuertes sobrevivían más y mejor, en detrimento del resto de los miembros y del grupo como una unidad.

En las manadas de leones hay un macho alfa que es el dominante y suele ejercer ese dominio apoyado en su fuerza física, tamaño y forma de combatir con otros leones por el liderazgo. El león líder es el que domina y es el que tendrá la oportunidad de aparearse con las hembras de la manada. Este sistema permite que los más fuertes y capaces sean los que procreen la siguiente generación y así mejorar la especie, evolucionar y preservarse en el tiempo.

Con el hombre esa situación ha sido diferente porque contamos no solo con instintos sino también con emociones más complejas y raciocinio.

En los primeros grupos humanos de decenas de miembros los conflictos personales se resolvían generalmente a la fuerza y de manera violenta. Se manejaban por instintos, emociones y escasamente por la razón. La fuerza física y la manera de pelear eran las características que decidían el liderazgo al igual que en las manadas de leones. Pero el ser humano siguió evolucionando para ser cada vez más racional. A partir de esa realidad los grupos se desarrollaron socialmente y crearon poco a poco cierta “jerarquía interna” basada en otros factores diferentes a la fuerza física o la manera de pelear que permitía resolver los conflictos. Asignaron el papel de “jueces” o “mediadores” a uno o varios miembros, generalmente los más ancianos que tenían más experiencia y eran más respetados. Así comenzó y se aceptó el concepto de jerarquía social, donde las personas le otorgaban a algunos miembros del grupo cierto liderazgo o poder sobre ellos para que cumplieran la función de “mediadores” y “supervisores”.

Los grupos, con el desarrollo de las actividades agrícolas, la caza y la pesca, se asentaron en sitios estables y pudieron crecer en número de miembros. Se formaron sociedades más complejas, los liderazgos más complejos y los problemas sociales también comenzaron a ser mucho más complejos. La raza humana conoció conflictos, guerras, poder, destrucción y reconstrucción por varios miles de años.

Actualmente la complejidad social es casi infinita y el liderazgo ha ido afianzándose desde el núcleo del hogar hasta líderes de ámbito global.

Una persona es líder si tiene seguidores. Pero es importante tomar en cuenta que los seguidores le siguen porque quieren algo a cambio (por lo general, salvo sistemas dictatoriales e impuestos). Los seguidores no otorgan privilegios ni ventajas a un líder sin esperar nada de parte de ese líder. En las manadas de leones el líder (macho alfa) debe proteger a los demás miembros del grupo, esos miembros le otorgan el liderazgo y algunos privilegios a la espera de protección y guía. Si viene una amenaza tiene que ser el líder el primero en avanzar e intentar eliminar dicha amenaza para el grupo. Si hay que ir por algún camino la manada espera a que el líder decida qué camino coger y el líder suele ser el primero que avanza a través de ese camino. En nuestras sociedades actuales complejas y complicadas un seguidor también puede seguir al líder buscando una satisfacción personal o para sentirse identificado con un grupo, con una ideología, con una moda o sencillamente porque se siente atraído por el líder que admira o con el cual se siente identificado.

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¿Qué es el liderazgo?

Comencemos por decir qué NO ES el liderazgo. Liderazgo no tiene nada que ver con los títulos y la formación académica. Liderazgo no tiene nada que ver con la jerarquía o la antigüedad en un cargo. Liderazgo no tiene nada que ver con atributos personales como ser extrovertido o el carisma personal. Liderazgo no tiene nada que ver con una buena gestión dentro de una organización.

Un líder suele ser una persona que crea e inspira una visión, que motiva a las demás personas a integrarse activamente en esa visión, que guía el proceso y que mejora los métodos para llegar al objetivo conjunto de manera eficiente y efectiva.

Otro tema relacionado con el liderazgo es el “liderazgo efectivo”, ya que no solo debes hacer que la gente te siga inspirada y comprometida con la causa común, también debes ser capaz como líder de que entre todos se consigan los resultados esperados y llegar a mejorarlos si es posible. El líder efectivo es la persona que es capaz de romper esos límites preestablecidos y logra que sus seguidores le acompañen y colaboren con él de manera entusiasta y efectiva.

¿Un jefe es un líder?

Si eres jefe pon atención a los siguientes párrafos. Intenta por favor salirte de ti mismo y evaluarte objetivamente como si fueras una tercera persona.

Intenta recordar un momento en que has impuesto tus decisiones sobre otras personas. ¿cómo te has sentido? ¿satisfecho? ¿fuerte? ¿que siempre tienes la razón? ¿arrepentido? ¿inseguro? ¿te ha dado igual? ¿es lo usual? ¿o nunca has impuesto sobre tus subalternos? Y no solo en el trabajo, traslada esta situación a tu hogar, a tu entorno, con tus amigos, etc. ¿has impuesto tus decisiones con ellos? ¿antes de imponerte has escuchado a los demás? ¿has conversado proponiendo y escuchando propuestas en forma de diálogo?

Ejercer el liderazgo es un rasgo casi universal en el ser humano y se puede presentar en el trabajo y también en el hogar, con los amigos, en el deporte, etc. Realmente donde hay dos o más personas puede producirse o crearse un rol de líder.