El Do In es una técnica que también se conoce como digitopuntura, digitopresión o acupresión. Su antigüedad se remonta, aproximadamente, a cinco mil años. El término que le da nombre significa “camino a casa” (Do: camino; In: casa), ya que desde la concepción oriental, la casa es el cuerpo y la práctica de esta técnica terapéutica permite regresar a una corporalidad más sana y vital.
La base teórica que lo sustenta se fundamenta en la idea de que el universo es un organismo vivo y dinámico, constituido por una energía universal primordial (el Chi) de la cual derivan, por condensación y diferenciación, todas las cosas existentes.
El organismo humano no es sino una réplica del universo y, como tal, está sujeto a las mismas leyes que rigen la naturaleza. De esa manera, el cuerpo humano contiene una energía que se manifiesta como materia sólida, viva. Esta fuerza universal fluye incesantemente por canales específicos (los denominados meridianos), transmitiendo la vida a través de las células y colocando al organismo en armonía con el mundo que lo rodea.
Desde esta perspectiva, el correcto funcionamiento del cuerpo humano estaría ligado a la perfecta captación del flujo de esa energía a través del organismo, lo cual se hace a través de una multitud de minúsculos puntos que se encuentran precisamente sobre esos meridianos distribuidores de energía: los acupuntos.
El fluir continuo de esa energía es lo que mantiene la salud. Cuando dicho flujo es interrumpido, por causas tales como las que se exponen en el capítulo 3, los órganos responden negativamente y comienzan a tener un funcionamiento deficiente o exacerbado y los puntos localizados en la piel se tornan sensibles y duelen, aun antes de que se manifiesten molestias en el órgano afectado.
Los antiguos médicos chinos se dieron cuenta de que, cuando existían disturbios en un órgano, existía asimis mo dolor en toda una serie de puntos. Además, compro baron que al comprimir o pinchar uno de esos puntos, el enfermo tenía la sensación de que algo pasaba a lo largo de una línea. De allí surgió la idea de reunir esos puntos entre sí, obteniendo, de ese modo, líneas de sensibilidad sobre las cuales están dispuestos los diferentes puntos co rrespondientes a cada órgano. Dichas líneas fueron lla madas Meridianos y a ellos nos dedicamos en el capítulo 5 y 6.
En conjunto, el Do In es una técnica que, al no requerir una especialización particular y al no presentar riesgos de aplicación, puede ser ejercida por cualquiera que haya adquirido una buena preparación y, sobre todo, que sea capaz de reconocer los casos en los que está indicado recurrir a este método terapéutico. Contrariamente a su pariente cercano, la acupuntura, que requiere del uso de agujas y, por ende, resulta sumamente riesgosa si es puesta en práctica por alguien no especializado, la presión con los dedos y las uñas que se ejerce a través del Do In, carece de riesgos, si bien, tal como se podrá apreciar más adelante, efectivamente sí hay una serie de circunstancias en las cuales está contraindicada. El Do In es una suerte de masaje que no produce ningún tipo de efecto secundario, nunca resulta agresivo (debido a que no se utilizan agujas ni ningún otro tipo de artefactos) y es totalmente higiénico.
El Do In es un procedimiento de la medicina tradicional china en el que se aplica presión digital sobre determina dos puntos del cuerpo teniendo en cuenta los canales de energía y su circulación.
¿Cuáles son las consecuencias benéficas del accionar con los dedos sobre los denominados acupuntos? A continuación, mencionamos algunas de ellas:
• Estimula la capacidad autosanadora del organismo.
• Restablece el equilibrio Yin-Yang del cuerpo.
• Mantiene el organismo en un buen estado de salud y vitalidad.
• Refuerza los órganos.
• Reequilibra la energía vital.
• Aumenta el nivel energético.
• Alivia síntomas y dolores.
• Ayuda a eliminar el estrés.
• Mejora la circulación sanguínea.
• Otorga bienestar.
• Mejora el estado de ánimo.
Numerosos estudios realizados en prestigiosas instituciones médicas de Occidente sobre los efectos del Do In han per mitido comprobar que ayuda a mejorar la condición de un enfermo y a fomentar su salud, como también poten cia los tratamientos alopáticos u homeopáticos a los que esté sometido.
No es conveniente aplicar digitopuntura en los siguientes casos:
• Mujeres gestantes, especialmente durante los primeros meses, cuando es más factible que se produzca la pérdida del embarazo.
• Condiciones meteorológicas extremas, tales como fuertes temporales y calores excesivos, o en determinadas situaciones astronómicas (luna llena y eclipses). Todas esas circunstancias conllevan cargas energéticas sumamente potentes y pueden alterar los efectos de la presión que se efectúa sobre los puntos correspondientes.
• Tampoco debe realizarse poco antes o después de las comidas, ni en condiciones ambientales e higiénicas desfavorables (locales mal ventilados, manos sucias, etcétera).
Son numerosas las técnicas utilizadas para aplicar Do In, ya que a través de ellas se ponen en práctica los conocimientos más profundos de la medicina china que datan de miles de años. En el caso particular de este volumen hemos optado por cuatro de los procedimientos más simples, debido a que el presente libro tiene como objetivo transmitir en forma accesible aquella información que facilite al lego la utilización del Do In. Para que la propia persona, independientemente de sus conocimientos especiales, pueda autotratarse y tratar a otros de manera simple, se optaron por detallar cuatro de los procedimientos más simples:
– Presión con la uña del dedo pulgar.
– Presión con la yema del dedo pulgar.
– Masaje rotatorio con la uña del dedo pulgar.
– Masaje rotatorio con la yema del dedo pulgar.
En los dos primeros casos, la presión debe ser fuerte y sostenida. En los dos últimos, no se debe separar nunca el dedo del punto ni friccionar la piel.
Algo importante a tener en cuenta: en la mayoría de los casos los puntos son bilaterales, por lo que la presión deberá ser ejercida sobre ambos puntos simétricos.
• Los meridianos pares deben tratarse siempre al mismo tiempo.
• La duración de la presión es de 1 a 5 minutos, dependiendo de la intensidad de los síntomas. Un minuto para una sintomatolagía débil y hasta cinco cuando los síntomas son verdaderamente potentes.
El criterio para espaciar las sesiones es el siguiente:
• Para dolores agudos, 2 o más sesiones en un mismo día.
• En el caso de dolores crónicos, una sesión cada 7 días.
• Por ninguna razón y en ningún caso, contradecir los criterios del médico.
• Jamás intentar reemplazar al profesional.
Toda la medicina china, sustento fundamental del Do In, reposa sobre dos conceptos básicos: la idea de Chi y el par Yin-Yang. Y es imprescindible conocerlos si se desea tener un conocimiento íntegro y cabal de la disciplina del Do In.
El Chi es el principio activo fundamental, el resultante de las dos fuerzas dinámicas fundamentales (Yin y Yang) y es, básicamente, energía universal. Otras culturas han trabajado conceptos similares y, quizás, eso ayude al lector a comprender más cabalmente el concepto: el prana de los yoguis, el Ki de los japoneses y la energía orgónica del psicoanalista Wilhem Reich, aludían a la misma idea.
El Chi adopta formas concretas en determinados lugares y en momentos particulares. Lo que el occidental suele considerar o percibir a modo de estructuras físicas sólidas son, para la medicina tradicional china, zonas de concreción de energía, o sea, de Chi.
El Chi tiene las siguientes funciones:
• Proporcionar la energía necesaria para llevar a cabo los procesos metabólicos.
• Ser la fuente de todo movimiento.
• Regular la temperatura el cuerpo.
• Proteger el organismo de la invasión de factores climáticos.
• Defender el cuerpo del ataque de virus y bacterias.
• Gobernar la contención de los fluidos y mantenerlos en el lugar correcto.
Si bien la noción de Chi, en sentido general, basta para una primera apr oximación a los conceptos básicos de la medicina china, lo cierto es que a lo largo de los milenios, los médicos de esta tradición la han catalogado de diferente manera, a saber:
• Yang Chi y Yin Chi: esta distinción se da en función del tropismo de la energía. Aquello cuyo movimiento se dirige hacia el exterior y hacia arriba es considerada Yang. Contrariamente, cuando la fuerza va hacia abajo y hacia adentro, es del orden del Yin.
• Qing Chi: también se lo conoce como del cielo o puro. Se trata de la energía que existe en la naturaleza y en el aire. Penetra en el organismo a partir de la respiración.
• Yuang Chi: es la energía original, producida por el Jing innato o congénito (una suerte de “esencia” de cada ser humano) y se distribuye en todo el cuerpo a través de la acción del triple calentador.
• Zong Chi: formado por el Chi puro en unión con el Jing adquirido. Su función específica consiste en regular los ritmos cardíaco y respiratorio y hacer otro tanto con la voz y la circulación sanguínea.
• Ying Chi: este término alude a la energía proveniente de la alimentación transformada en el bazo y el estómago. Recorr e el organismo a través de los meridianos en un movimiento doble que se completa en 24 horas.
• Wei Chi: energía de naturaleza sumamente sutil, se trata de una fuerza de naturaleza protectora y defensiva, especialmente contra las agresiones de los factores externos.
¿En qué circunstancias el Chi puede desorganizarse y qué síntomas provoca esto?
• Una posibilidad es la debilidad. Ya sea porque se está convaleciente de una enfermedad, se tiene una dieta pobre que no aporta los nutrientes necesarios o por exceso de trabajo o actividad, cuando el cuerpo se debilita el Chi no tiene la potencia adecuada. En estos casos, se experimenta sensación de debilidad, escalofríos y fatiga.
• Otra alternativa es que el flujo de Chi se encuentre obstruido a causa de algún tipo de problema: emocional, climático, dieta inadecuada, etc. Cuando eso sucede, se evidencia mediante dolor e inflamación de los órganos o zonas afectadas y puede también haber síntomas de desórdenes emocionales.
• Una tercera opción es que el Chi no fluya en la dirección normal. Ello provoca síntomas diversos de acuerdo a él o los órganos afectados. Si son los pulmones, por ejemplo, habrá dificultades respiratorias, mientras que si es el estómago, se presentarán náuseas y vómitos.
La medicina tradicional china tiene, entre sus bases más importantes, la ley del Yin y el Yang. Según ella, el mundo y sus fenómenos pueden explicarse a través de dos energías o actividades opuestas: el Yin y el Yang. Tal como se explicó anteriormente, la unión de esos principios constituye la energía cósmica, o sea, el Chi.
Absolutamente todo lo que habita en el universo (átomos, microbios, virus, plantas, animales, seres humanos, fenómenos meteorológicos, etc.) está sometido inexorablemente a la ley del Yin y el Yang. Los seres y los fenómenos son, en realidad, equilibrios dinámicos de formas diversas que encarnan esas dos energías: Yin y Yang. Desde esta perspectiva, nada es estable ni es fijo en el universo, sino que todo es movimiento incesante y todos los fenómenos ocurren a partir de la interacción constante de esas dos fuerzas antagónicas, a la vez que complementarias. Por lo tanto, es la atracción que Yin ejerce sobre Yang y viceversa, formando un número infinito de combinaciones, lo que constituye el Universo y la diversificación de la unidad.
Según la concepción tradicional china de la creación del universo, en el inicio existía solamente Chi, la unidad y para que nuestro mundo, relativo y tal como lo conocemos fuera creado, resultó necesario que la unidad se manifestara en sus dos aspectos opuestos y complementarios: Yin y Yang.
Yin representa el principio negativo que se manifiesta por la expansión, mientras que Yang es el principio positivo que actúa por contracción.
Están simbolizados por un círculo (Tai-Chi) dividido por dos especies de comas, interpenetrándose, de modo de evidenciar que Yin y Yang no están jamás completamente separados.