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Índice

Portada

Copyright

Agradecimientos

Prefacio

Introducción

Los movimientos sociales y la identidad

¿Un regreso al estudio de movimientos basados en la clase?

Ética y acción política

Parentesco

Estructura del libro

1. El Estado y los sindicatos en el tiempo y el espacio

La organización sindical

El “Estado argentino”

Números

Empleados estatales y clase

El emplazamiento histórico: “los noventa” y antes

Dos modelos de sindicalismo con una historia más larga

2. Militancia: una ética y una política de sí

Sentidos de la militancia

Caminos de la militancia

Compromiso, pasión, amor, estigma

Estigma y dificultades

Pasión

La construcción de sujetos políticos particulares

Herencias biológicas e históricas

3. La familia y la transmisión intergeneracional de la militancia

El peronismo es un estilo de vida

Tres historias

La transmisión intergeneracional y las rupturas en la transmisión

Conclusiones

4. Pedagogía y comunidad política

La comunidad política como un organismo: los cursos de formación de UPCN

Verticalismo

¿Qué significa ser un sindicato peronista u oficialista?

La comunidad política como proyecto político: los cursos de formación de ATE

Pedagogías de la exhortación

Conclusiones

5. La contención como cuidado

Las delegaciones

Contención

Mediación entre empleado y empleador

Redes: “somos como una familia”

Presencia

Conclusiones

6. La contención como integración en un proyecto político

La asamblea

La protesta: temporalidad

Espacialidad: la experiencia incorporada

La protesta y la lucha por el significado

Conclusiones

Conclusiones

Subjetivación ética y política

Praxis

Organización, parentesco y ética

Bibliografía

Sian Lazar

CÓMO SE CONSTRUYE UN SINDICALISTA

Vida cotidiana, militancia y afectos en el mundo sindical

Traducción de
Sandra Wolanski

Lazar, Sian

© 2019, Siglo Veintiuno Editores Argentina S.A.

Agradecimientos

Este libro es el resultado de más de diez años de trabajo, y a lo largo del camino ha acumulado múltiples deudas de gratitud. En primer lugar, me gustaría agradecer a los y las militantes y dirigentes sindicales que me permitieron entrevistarlos y acompañarlos en su trabajo, y que aceptaron con agrado mis preguntas y mis ideas cada vez que regresé. Entre mis amigos en UPCN que fueron centrales para que esta investigación pudiera realizarse se cuentan Antonio Montagna, Marcela Manuel y Mariano Unamuno. No podría haber desarrollado un proyecto de investigación razonable sin la ayuda de Felipe Carillo, Sabrina Rodríguez y Andrés Rodríguez, que es un antropólogo de oficio. Omar Auton, Karina Trivisonno y Fernando de Sa Sousa también fueron de enorme ayuda en los primeros tiempos. Del mismo modo, en ATE Capital, en un primer momento Nelson Llano fue fundamental y luego Gladys Sosa, Máximo Parpagnoli, Matías Cremonte y Marina Girondo fueron muy generosos con su tiempo, y se aseguraron pacientemente que tuviera los datos correctos en todo su detalle. Lilia Saralegui compartió conmigo su historia de vida, como Graciela y su madre. Todas estas personas, junto con muchas otras, aceptaron con alegría ser entrevistadas y compartir sus pensamientos conmigo; me permitieron asistir a asambleas, cursos, reuniones, oficinas, conferencias de prensa, manifestaciones, festivales culturales, etc. En particular, agradezco a la junta interna de la Contaduría de Buenos Aires y a la asamblea de trabajadores del Teatro Colón. También, a los miembros de la delegación de UPCN que me permitió acompañarlos en su lugar de trabajo, quienes me ofrecieron una ayuda mayor que la que jamás hubiera esperado, y fueron conmigo cálidos, abiertos y divertidos. Aparecen en este libro bajo seudónimos, y tomé la decisión de no identificar el Ministerio. Por lo tanto, no puedo agradecerles con sus nombres, pero quiero a pesar de ello expresar mi gratitud para con cada uno. Gracias también a los tutores de la Escuela de Formación Sindical, especialmente a Silvia.

Flavia me ayudó a organizarme cuando llegué a Buenos Aires, y ha seguido siendo una amiga maravillosa y cariñosa. Dani me llevó al hospital cuando me quebré la muñeca, y junto con Flavi me han recibido durante esos años. Darío y Lourdes están siempre ahí, ayudando y cuidándome. Virginia Manzano, María Inés Fernández Álvarez, Julieta Gaztañaga y Rosana Guber han sido agudas interlocutoras antropológicas, consejeras y amigas; Martín Armelino fue un ayudante de investigación brillante (y sobrecalificado). Otras personas también se tomaron el tiempo de responder mis preguntas y orientarme en este nuevo campo: Laura Perelman, Adriana Marshall, Sabina Frederic, Nicolás Diana Menéndez y Sebastián Etchemendy. Agradezco también a los estudiantes doctorales del seminario que dicté en la Universidad de Buenos Aires a fines de 2015, y a los estudiantes y a la facultad tanto allí como en el IDES por las muchas y fructíferas interacciones y la oportunidad de testear mis ideas.

Mis colegas en Cambridge también han sido interlocutores importantes, de modos que es casi imposible expresar. Discutí mis ideas con ellos, y ellos me inspiraron; su compañerismo también me permitió encontrar el tiempo para escribir este libro. Gracias también a mis estudiantes de doctorado Felix Stein, Ryan Davey, Max Watson, Oliver Balch, Corinna Howard, Patrick O’Hare y Sofía Ugarte, por sus comentarios e ideas. Fragmentos del material de este libro fueron presentados en seminarios de investigación y workshops en Cambridge, Ámsterdam, Halle, Oxford, Mánchester, St. Andrews, la London School of Economics, Trondheim, Bergen, el University College London, Zúrich, Aberdeen, Kent, Goldsmiths, Essex, Brunel, Sheffield, Copenhague, Oslo y Liverpool. Gracias a esos institutos por darme la oportunidad de presentar mi trabajo, y por supuesto también a los colegas que asistieron. Sin dudas este libro es mucho más rico, riguroso y claro gracias a sus desafíos y percepciones. Harri Englund y Laura Bear han sido lectores sagaces, críticos y alentadores de partes de este libro. Rupert Stasch y Jeff Juris leyeron versiones previas del manuscrito completo, y les agradezco –así como a los dos lectores anónimos de la Stanford University Press– por sus ideas y sugerencias. Gracias a Michelle Lipinski en la Stanford University Press por ser una editora increíblemente comprensiva, eficiente y efectiva. En cuanto a esta edición del libro, mil gracias a Alejandro Grimson, a la gente de Siglo XXI y –por supuesto– a Sandra Wolanski, por hacer la traducción de manera tan inteligente y profesional. Este libro mejoró notablemente gracias a la colaboración de todas estas personas, pero cualquier error es de mi entera responsabilidad.

El trabajo de campo fue financiado por una beca posdoctoral de la Wenner-Gren Foundation en 2008-2009, y la Newnham Gibbs Travelling Fellowship en 2012-2013. También recibí una Crassh Early Career Fellowship en 2008, que me permitió comenzar a conocer el nuevo campo; y una British Academy Mid-Career Fellowship en 2015, por la que pude terminar el manuscrito. Agradezco profundamente a todos estos entes que han financiado la investigación, así como a la Universidad de Cambridge, el Newton Trust y el Clare College, Cambridge, por el financiamiento de viajes, asistencia en la investigación y traducción. Gracias también al Center for Latin American Studies de la Universidad de California, Berkeley, y a James Holston por la posibilidad de pasar algún tiempo allí escribiendo, en 2013.

Por último, mi amor y mi gratitud para mi familia, que me ha acompañado en todo el camino, y que en el caso de Zakk y Milo han crecido con este libro, hasta llegar a ser niños adorables. Tengo ansias de compartir los próximos trece años, y más allá, y mucha menos inquietud que en los primeros trece.

No siempre es fácil gestionar la maternidad en una carrera académica, pero habría sido imposible sin Dave. Este libro está finalmente dedicado a él, mi “otra mitad” y mi mejor amigo.

Prefacio

¿Puede una extranjera llegar a comprender la Argentina lo suficiente como para hacer un aporte en temas como el sindicalismo, el peronismo, los valores o la ética? Aunque en mi investigación busqué explorar estas cuestiones de manera etnográfica, por supuesto que no logré sumergirme en la vida de Buenos Aires como podría hacerlo un nativo de la ciudad. Sin embargo, discutí mis ideas con amigos que sí lo son, y que tienen un compromiso político con esas causas, tanto en charlas informales como en debates más formales. Agradezco en particular a Sandra Wolanski, quien realizó la traducción de este libro desde su versión original en inglés, en un proceso que se tornó particularmente dialógico y esclarecedor. Pese a ello, el texto resultante es de mi entera responsabilidad y es un reflejo de mi interpretación, con lo cual no puedo garantizar que no se haya filtrado algún error.

Además, como se trata de mi interpretación, es importante hacer explícito que reconozco y respeto el hecho de que soy una persona externa que está hablando sobre temas en los que por lo general hay mucho en juego desde el punto de vista político. En ese sentido, mi análisis será, por fuerza, diferente de aquel realizado desde una perspectiva más “interna”, ya sea que esa persona sea un militante sindical (¿pero de ATE o de UPCN?), o sencillamente un argentino o argentina (¿pero alguien de la ciudad de Buenos Aires, de la provincia de Buenos Aires, del interior?). Sin embargo, espero que esta posición de outsider me permita realizar una contribución distinta a los debates, y que sea quizás una perspectiva diferente que posibilite iluminar algunas cuestiones que para un nativo podrían parecer naturales. Para mencionar un ejemplo, presté especial atención a algunas palabras y expresiones que me parecieron inusuales. La más importante para este libro es “contención”, un término que no se utiliza normalmente en el Reino Unido; también “militancia” posee una riqueza en significados mucho mayor en la Argentina que en mi idioma. Atraer la atención hacia esos conceptos y prácticas es uno de los modos en que busqué implementar lo que entiendo como método antropológico en la escritura de esta etnografía. Queda a la evaluación del lector si el resultado es convincente, y confío en que podremos continuar la discusión.