Título original: Sulle tracce del DNA

© 2020 Editoriale Scienza S.r.l., Firenze-Trieste

www.editorialescienza.it

www.giunti.it

Texto e ilustraciones: Claudia Flandoli

Traducción: Cristina Bracho Carrillo

© 2021 Ediciones del Laberinto, S. L., para la edición mundial en castellano

ISBN: 978-84-1330-884-5

THEMA: YNTA / BISAC: JNF062030

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Diminutas

Así eres tú.

sí.

¿yo?

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¡Qué dices!

¡Mira qué nariz me has puesto!

¿Y qué me dices de estos pelos?

Por no hablar de los ojos.

No si veo o no.

Ah.

Eh...

Perdona.

¿Prefieres la nariz más alargada?

¿Más respingona?

¿El pelo rizado?

Mira, más rápido: dibújate tú.

O quizá... ¿eres un chico?

Así vamos a lo seguro.

Autorretrato de:

Fecha

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No es tan fácil adivinar cómo eres, ¿sabes?

Todos los seres humanos somos distintos.

Podemos ser altos.

O bajos.

Tener la piel clara.

U oscura.

Y no hay nadie idéntico a ti.

(Y así...).

A menos que te haya tocado el Gordo y tengas una hermana (¡o hermano!) gemela monocigótica.

Espera. ¿Entonces yo quién soy?

Vamos a pensar un nombre.

Eh.

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¿Puedo llamarme Azul?

Claro que sí.

¿Y puedo tener una gemela?

¡Hola! Me llamo Ámbar.

Vale, encantada.

Pero parad, que me pierdo.

Estaba explicando por qué somos distintos.

Nosotras somos iguales.

Y por qué sois iguales, sí.

La ciencia que estudia esto se llama «genética».

Y, para comprender su ámbito de estudio, debemos volvernos diminutas.

¿Tanto como un pollito?

¡No, más aún!

¿Tanto como una mosca?

¡No, más aún!

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¿Tanto como una pestaña?

¡No, más aún!

¿Ámbar?

Eh...

El pollito nos está siguiendo.

¡Anda, hola! ¡Qué mono eres!

¿Cómo te llamas?

Pío.

¿«Pío»? Qué nombre más original.

¡Le viene que ni pintado!

¡Dejad de distraeros!

¡Venid!

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¿Adónde?

En el interior del cuerpo humano.

¿Dónde estamos?

Ahora somos tan diminutas que podemos ver sus células.

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Todas las personas se componen de células.

Son las piezas que forman nuestro cuerpo.

¡Y no solo nosotros! Todos los seres vivos se componen de células.

Cada pieza es una célula.

El pollito,

la mosca

o la orquídea (la maceta, sin embargo, no).

En el cuerpo humano existen varios tipos de células.

Pero prácticamente todas comparten las mismas características.

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Por ejemplo, el núcleo; una especie de centro de operaciones.

¡Ahí es donde iréis ahora!

¿Tú no nos acompañas?

Espera.

¿Iréis?

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No, no puedo. Debo regresar.

¿Quién va a dibujar el cómic si no?

No pongáis esa cara.

¿Os dejo al pollito?

Es muy mono, no te creas, pero...

Si tenemos que entrar en esa célula las dos solas...

No sé, ¿un oso, por ejemplo?

No podemos llevarnos algo con... ¿colmillos?

¿No?

una...

¿Y un lobo?

¿Un gato?

¿Una marmota?

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la GenÉtica

¿Te has preguntado alguna vez por qué tenemos dos ojos en lugar de tres?

¿Por qué algunas personas se queman enseguida o por qué otros tienen que usar gafas?

¿Por qué los hijos, a veces, son como copias en miniatura de sus padres?

Tranquilo, ¡no eres el único! Hay científicos que también se han hecho las mismas (y otras) preguntas y han nombrado «genética» a su materia de estudio. Gracias a su labor, ahora sabemos que las características de cada persona se transmiten de generación en generación mediante unos mecanismos complejos que tienen lugar dentro de cada célula.

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La célula

A continuación, puedes ver la estructura de una de las innumerables células animales de las que se compone el cuerpo humano (porque, como ya sabrás, ¡los seres humanos son animales! Aunque algunos sean tan aburridos como las plantas...).

La membrana celular es una capa muy fina que delimita los bordes de la célula y contiene el citoplasma.

En este líquido se hallan varios orgánulos con unos nombres muy graciosos, y cada uno cumple una función específica.

1

núcleo

Retículo endoplasmático rugoso

Retículo endoplasmático liso

Aparato de Golgi

Mitocondrias

3

1

2

6

5

7

4

membrana celular

citoplasma

2

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El núcleo es el comandante que dirige las funciones de la célula. Contiene el ADN, que es toda la información necesaria para que la célula crezca y madure.

¡Sin ADN, no hay vida! Por eso todas las células poseen un núcleo cuando nacen, aunque al madurar no siempre lo mantienen: ciertas células sanguíneas (como los glóbulos rojos) o las de las uñas, el cabello y las capas más superficiales de la piel tuvieron que sacrificar su núcleo para dejar espacio a las demás.

3

Las mitocondrias son unos orgánulos con forma de gusanitos alargados que producen la energía que necesitan las células para funcionar.

4

poros nucleares

Los poros nucleares son unos conductos muy selectivos que controlan todo lo que entra y sale del núcleo.

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Las células tienen distintas formas para desempeñar tareas diferentes.

Por ejemplo, las neuronas (las células del sistema nervioso) tienen un montón de «bracitos» para poder conversar y escucharse, porque su tarea consiste en transmitir las señales de una parte del cuerpo a otra.

El retículo endoplasmático liso y

el retículo endoplasmático rugoso

contribuyen a que la célula fabrique las proteínas y otras sustancias útiles. El rugoso se llama así porque tiene la superficie cubierta de muchos ribosomas (los veremos en el capítulo 4).

6

5

Los adipocitos (las células grasas), por otra parte, contienen en su interior una especie de «bolsita» para guardar las reservas energéticas que necesita el cuerpo.

El aparato de Golgi escoge y selecciona los productos del retículo endoplasmático para enviarlos hacia sus puestos de trabajo en el interior de la célula o hacia otras células del cuerpo.

7

17

¿Has visto el ADN?

Vale, os enciendo la luz.

Pero que sepáis que aquí dentro no llega la luz.

¡Oye, que no se ve nada!

pío.

Eh... ¿hola? ¿Podrías encender la luz, porfa?

¿Qué has ido a hacer ahí arriba? ¿Pintarlo todo de negro?

¡Aaaaah!

¿Quién ha hablado?

¿Has vuelto?

¡Oh!

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¡Hala!

20

¡Madre mía, qué alto estamos!

Nomireshaciaabajo.

Nomireshaciaabajo.

Nomireshaciaabajo.

Dentro de las células no existe la fuerza de la gravedad.

Tranquilas, no podéis caeros.

¡Aaaah! ¡El pollito hablaaa!

A no me mires, que yo pedí un oso.