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Reinas

Cinco soberanas y sus biografías

Maren Gottschalk


Traducción de Ofelia Arruti

Fondo de Cultura Económica

Primera edición en alemán, 2008
Primera edición en español, 2010

Primera edición electrónica, 2012

© 2008 Beltz & Gelberg,
parte de Beltz Publishing Group Weinheim, Basilea
Título original: Königinnen. Fünf Herrscherinnen
und ihre Lebensgeschichten

La traducción de esta obra fue apoyada por la aportación
del Instituto Goethe, el cual es financiado por el Ministerio
de Relaciones Exteriores de Alemania

Imágenes: © Getty Images
Fotografía de la autora: © Ralf Krieger

D. R. © 2010, Fondo de Cultura Económica
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ISBN 978-607-16-1048-5

Hecho en México - Made in Mexico

Acerca de la autora


Maren GottschalkMaren Gottschalk nació en 1962 en Leverkusen, Alemania. Estudió historia y política en Múnich y obtuvo un doctorado en historia de la Edad Media. A lo largo de su carrera se ha dedicado tanto a la investigación como a la divulgación de la historia, trabajando en diversos programas radiofónicos. También ha escrito guiones para series televisivas sobre personajes históricos.

Para Claus

ÍNDICE

PREFACIO

ÁGUILA DE DOS CABEZAS

¡YO SOY LA REINA!

POSEO EL CORAZÓN Y EL CORAJE DE UN REY

PREFERIRÍA CONTARME ENTRE LOS SABIOS QUE ENTRE LOS SANTOS

PENSAD EN VOS MISMA, MADAME

BIBLIOGRAFÍA

AGRADECIMIENTOS

PREFACIO

Un mito de belleza, riqueza y fortuna rodea la imagen de la reina. Las reinas vivían suntuosamente en castillos y fortalezas, tenían tierras, llevaban joyas y gobernaban a todo un pueblo. Desde tiempos inmemoriales, la gente creía que quien poseía un reino poseía el mundo.

Incluso hoy en día persiste el mito y, a pesar de que la mayoría de las reinas tiene funciones únicamente representativas, son respetadas y admiradas. Sobre todo, parecen estar lejos de la realidad de la vida y, sin embargo, hace siglos las reinas gobernaban sus tierras con una mezcla de fuerza y voluntad inquebrantable. Tenían poder.

Por supuesto, estas soberanas no estaban exentas de los golpes del destino. Tenían que defender su poder, luchar contra los traidores y las intrigas, protegerse de atentados, sufrir derrotas políticas y admitir sus propios errores. No podían confiarse sólo a su suerte. Su éxito dependía de valor, estrategias inteligentes, empeño y educación. De ninguna manera eran anexos decorativos de sus esposos reales, sino pensadoras independientes que manejaban por sí mismas el poder y formaban parte importante de la vida política. Quizá se les puede comparar con las altas ejecutivas de nuestros días.

No obstante, una y otra vez surge una pregunta: ¿Por qué se considera a tantas reinas como mujeres “ávidas de poder”? ¿Acaso como monarcas su función por excelencia no era conservar su reino, engrandecerlo en la medida de lo posible y fortalecer su posición? Hay que preguntarse, por tanto, con qué escala de valores se medía a esas mujeres. Muchas apreciaciones que siguen teniendo gran influencia en nuestros días provienen de historiadores del siglo XIX que tenían una imagen de los hombres y las mujeres muy distinta a la que nosotros tenemos en nuestra época. Crearon una serie de clichés que se conservan obstinadamente, que aún rigen como modelos y se encuentran en novelas históricas y versiones cinematográficas, libros de consulta e incluso en Internet. En cambio, los resultados de nuevas investigaciones encuentran serias dificultades para imponerse.

Si se quiere entender el comportamiento de las reinas, es necesario mirar entre bastidores, algo que no resulta nada fácil.

Dos de las reinas de este libro, Leonor de Aquitania e Isabel de Castilla, reinaron en la Edad Media, hace 800 y 600 años respectivamente. No es fácil imaginar sus pensamientos ni los motivos que las llevaron a actuar como lo hicieron. ¿Qué esperanzas y deseos las impulsaron? En aquellos tiempos ninguna mujer llevaba un diario ni expresaba sus sentimientos en cartas, por lo que muchas veces debemos inferir la manera de actuar de las reinas y, por lo tanto, dependemos del estudio de las fuentes y de la interpretación de los historiadores.

Las reinas tenían una posición única. Todo lo que se escribía oficialmente sobre ellas estaba sujeto a censura. Por consiguiente, es lógico que la mayoría de las veces fueran descritas como hermosas, fuertes y sagaces. Además, está la otra “concepción de la verdad”, la que sustentan los informadores contemporáneos y cronistas de siglos anteriores. En aquella época, la objetividad no era imprescindible, su meta no era registrar cómo eran las cosas realmente, sino que con sus textos pretendían enaltecer o denigrar a una casa real. Sin embargo, aun las alabanzas excesivas o los libelos destructivos revelan detalles interesantes que contribuyen a la comprensión.

Las semblanzas incluidas en este libro no pretenden, en principio, aportar nuevas apreciaciones sobre las reinas aquí descritas. Mi intención ha sido desempolvar un poco a estas grandes mujeres, con la finalidad de trazar sus perfiles con mayor precisión. Me gustaría aclarar varios malentendidos y eliminar uno que otro cliché, porque entre las personalidades aquí reunidas se encuentran las más interesantes que ha producido la historia europea. Ellas mismas han hecho historia.

MAREN GOTTSCHALK

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Boda de Leonor de Aquitania con el Delfín francés, quien más tarde sería Luis VII (1137). Ilustración francesa, siglo XIV.