El MUNDO
ESPIRITUAL

LA SENCILLEZ DE LO
IMPOSIBLE

2ª EDICIÓN

 

 

Miguel Uthopik

 

 

 

Es propiedad de:

© 2017 Amazing Books S.L.

www.amazingbooks.es

 

Editor: Javier Ábrego Bonafonte

 

Centro de Arte y Tecnología

Avenida Ciudad de Soria, N º8

50003 Zaragoza - España

 

Segunda edición: Mayo 2017

 

ISBN: 978-84-947025-3-2

 

Diseño, Preimpresión e Impresión - Cudipal

 

Reservados todos los derechos.

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra sólo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra solicite autorización en el teléfono +34 976 077 006, o escribiendo al e-mail info@amazingbooks.es

 

Amazing Books SL, queda exonerado de toda responsabilidad ante cualquier reclamación de terceros que pueda suscitarse en cuanto a la autoría y originalidad de dicho material.

Así como de las opiniones, casos científicos, y contenidos, que son intrínsecamente atribuibles al autor, autora, o autores.

 

 

 

Dedicatoria

 

Para vosotros, miles y miles de queridos hijos nuestros
-jóvenes y no tan jóvenes-, prodigiosos fabricantes de
excusas y esperanzas, a los que amamos profundamente
aun cuando nos consideráis una especie en extinción.

 

 

 

NOTA A LA SEGUNDA EDICIÓN

“EL MUNDO ESPIRITUAL”

 

Si alguna ventaja tiene el ir relativamente libre por la vida y ser ocasionalmente escritor independiente, es el poder editar una segunda edición de un libro, no cuando a uno le obliga el público, ventas en general, ni editorial a la que te debes, sino hacerlo cuando uno, y sus circunstancias, dicho con toda humildad, le parece conveniente y se puede permitir tomar esta decisión.

Mentiría si dijese que se vendió toda la 1ª edición pues tampoco se editó con semejantes pretensiones y ahorro a mis nuevos lectores la cantidad de anécdotas y juicios de todo tipo recibidos. Si puedo decir que unieron en sus divergencias y opiniones un gran cariño y paciencia hacia mi persona.

He colaborado en bastantes artículos, pequeños dosieres y publicaciones varias, aunque siempre de un modo lateral a mi trabajo habitual de empresario. Alguien me inculcó en mi compleja formación, que reservara siempre unos “trocitos de mí tiempo y vida” para dedicarlo a estos menesteres y a la de la enseñanza, cosa que desde la gratuidad como norma, me han dado grandes satisfacciones, una cercanía y conocimiento de universitarios así como de personas varias que me han enriqueciendo mucho.

Como preveo que no me queda mucho tiempo vital, pues mi cronología y pequeños achaques piden paso, voy ordenando algunas cosas pero, afortunadamente desde el agradecimiento a Dios, a la vida, a mis colaboradores, amigos y no digamos familia, lo que me ayuda a continuar en todos estos menesteres.

Hay un dicho popular con mucha sabiduría aragonesa que dice “Lo malo no es morirse sino lo malico que uno se pone”.

Pues bien, con el lógico miedo en el cuerpo ante el relevante hecho de morir, pero con este agradecimiento vital y ciertas energías e ilusiones que aun mantengo, me volveréis a disculpar que reincida con éste y algún otro escrito que publico y publicaré nunca mejor dicho de “Hasta que Dios quiera”.

¡¡Ánimo!! Mi más cariñoso abrazo y recuerdo a todos mis lectores.

Miguel Uthopik

 

 

 

 

 

1. LA SENCILLEZ
DE LO
IMPOSIBLE

 

INTRODUCCIÓN

Hay algo irrenunciable en cada uno de nosotros que nos obliga, hagámoslo o no, a explicar desde nuestro particular punto de vista cómo interpretamos los sentimientos, frustraciones, ilusiones, miedos, alegrías, etc., que el ser humano experimenta a lo largo de su estancia terrena.

Este breve ensayo cumple con esa obligación personal y pretende tener las suficientes dosis de Amor, descaro y sentido común para que nadie se sienta ofendido y todos nos sintamos aludidos.

A estas alturas de mi vida, estoy harto de que, unos por exceso y otros por defecto, me intenten explicar lo inexplicable, se construyan millones de teorías, tantas como hombres preocupados en justificar lo que hacen o no hacen.

Instituciones religiosas, políticas, sociales, etc., que con más o menos buena voluntad –y a veces esto es mucho suponer-, se sienten oráculos inequívocos y excluyentes, por lo tanto exclusivistas, de poseer la verdad y las “técnicas” para lograr que el hombre sea feliz, aunque esto pase casi siempre por inculcar lo que ellos quieren y les interesa.

Estoy también harto de que algunos me tomen o nos tomen a muchas personas por idiotas, “borregos” incapaces de ir descubriendo, a partir de un nivel de inquietudes y formación, todo lo muchísimo que de libre tiene el ser humano para buscar y reflexionar por sí mismo sobre las verdades y respuestas posibles a los grandes temas que nos acompañan durante nuestra vida.